el patrón del bar

Elwood Dalton (Jake Gyllenhaal) otrora una reconocida estrella dentro de las artes marciales mixtas, busca una vida tranquila, lejos de la violencia, por lo que acepta un trabajo como encargado de seguridad en un bar de Los Cayos, Florida.

Un trabajo aparentemente rutinario, consistente en corretear borrachos, pendencieros y clientes a punto de sobrepasarse, pero no tardará en darse cuenta que su trabajo exigirá algo más que darle una buena sacudida a unos cuantos.

No pensaba escribir de Road House, pero hay por ahí unos cuantos detractores a los que se les ha pasado un poco la mano. Entiendo que les pueda gustar más la original, de 1989, con el recordado Patrick Swayze en el rol principal (el factor emotivo es demasiado potente aquí), pero tampoco es para prender las antorchas que he visto portando a algunos.

Lo digo, porque yo al menos me divertí bastante con esta versión de 2024, partiendo de la base que es un filme de aquellos que se puede ver en que no te apetece otra cosa que ver algo de acción, con chistes, combos, un malo bien malo y un bueno no tan bueno, pero dispuesto a hacer lo que hay que hacer cuando se necesita que alguien haga lo correcto.

Esta versión no viene a revolucionar nada, sólo a hacer pasar un rato entretenido, y lo logra, nada más y nada menos. Si quisiera ver historias realmente trascendentes de gente buena para los combos buscando redención, me sentaría a ver Toro Salvaje, o cualquiera de la Rocky, y no esto (aunque tiene algo de ese espíritu), pues eso que me dan aquellos clásicos, no me lo da este filme de Amazon. Tampoco se lo estaba pidiendo.

Y aunque sé que esto me hará impopular, algo que a estas alturas ya me pasa por el lado, pero la de 1989, más allá de la buena que le teníamos a Swayze, que por entonces pasaba un muy buen momento en su carrera (venía de Dirty Dancing, iba para Ghost y poquito más allá estaba Punto de Quiebre), también era lo mismo: película de fin de semana para disfrutar un rato, a costa de las narices y huesos de los chicos malos de turno.

Si quieren enojarse con alguien, tomen a los que hicieron esa infumable secuela (del tipo “hagámosla o perdemos los derechos) que hicieron a mediados de la década del 2000. Como he dicho en otras reseñas, este filme no tiene la culpa y yo sólo estoy llamando a ver las cosas con perspectiva.

Esta película debe gran parte de su funcionamiento a un Jake Gyllenhaal que no tiene complejo alguno en pasar de obras mayores (Zodiac, Prisoners, Enemy, Source Code, Brokeback Mountain, Jarhead) a uno que es un festín para los fanáticos de resolver las cosas a mangazo limpio. Gyllenhaal no sólo tiene un amplio registro actoral como para ejecutar una interpretación como ésta, sin perder la dignidad, sino también la disposición a divertirse haciendo cosas como ésta.

No se tome este texto como una apología a las malas películas. En primera, porque como he dicho antes Road House modelo ’24 está lejos de serlo. En segunda, porque de vez en cuando viene bien no pedirle a algunas cosas más allá de lo que pueden dar, y en el caso de este remake, cumple lo que ofrece.

(Y si alguien en este mundo aún es capaz de ser indiferente a Daniela Melchior, dése con un ladrillo en la cabeza)

***

ROAD HOUSE

Director: Doug Liman

Intérpretes: Jake Gyllenhaal; Daniela Melchior; Billy Magnussen; Connor MacGregor; Jessica Williams; Joaquim De Almeida; Post Malone

Comedia/Acción

2024

Francisco.retamaltorres@gmail.com  @panchocinepata (Ex Twitter, Instagram)

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