Luca, una joven criatura submarina, pasa una vida bastante rutinaria, llevando a pastar a sus peces cerca de la casa de su familia, y soñando con la vida fuera de la superficie del mar, interés que con las historias que sus padres cuentan de dicho lugar, no hace más que crecer.
Cierto día, conoce a Alberto, otro ejemplar de su especie capaz de salir de la superficie y disfrazarse de humano, quien le enseña a Luca a emplear las mismas habilidades y a conocer el mundo exterior, lo que revolucionará la existencia del chiquillo…
A la señora que algunos meses atrás reclamaba que Pixar se había olvidado de los niños al enfocarse en narraciones demasiado complejas para la mente de un infante –como si los niños no tuvieran cerebros- , espero que haya visto Luca y se haya dejado de joder. Es decir, estamos ante la amistad de dos niños y sus aventuras al salir a recorrer el mundo, temática más infantil (en cuanto a que son historias con que un niño podría sentir como propia), imposible.
Hago la aclaración respecto del uso del concepto “infantil”. Existe la mala costumbre de calificar así historias simplonas y llenas de obviedades. Lo que no es el caso de Luca, pues el filme debut del director Enrico Casarosa (quien ya había dirigido el corto La Luna, 2012, también a través de Pixar) puede que no esté a la altura de otras joyas del estudio de la lamparita (como Intensamente, Coco o Soul, por citar los ejemplos más recientes, pero no lo necesita para ser un filme encantador.
No por tratarse de un cuento fantástico sobre dos niños enfrentados al mundo que los rodea (en el marco de un entorno sobrecogedor, que retrata en gran forma la cultura provinciana de la Italia de los primeros años de la posguerra) Luca deja de lado algunos de los grandes temas que cruzan la filmografía pixariana: el respeto –por uno mismo y por otros-, la tolerancia, la madurez, la independencia y la solidez de la familia. Todos los personajes involucrados aprenden de una u otra forma algo en relación a estos temas.
Cabe tener presente, por si alguien aún no se había dado cuenta hasta ahora, que no estamos ante un remake animado de Call Me By Your Name, como más de alguien especuló desde que salieron los primeros poster de Luca. Más allá de que ambas historias transcurren en un pueblito costero italiano, el resto es totalmente diferente, e intentar forzar algún vínculo o similitud entre películas es un ejercicio que no viene al caso.
Si reconocemos cierta influencia del estudio Ghibli, por quienes muchos artistas de Pixar rinden pleitesía, en lo estético, así como en lo narrativo (especialmente en el aspecto mágico y fantástico del filme), pero son eso: influencia, que se agradece, se valora, pero no deja de ser influencia.
Cosas que hay que aclarar respecto de algunos comentarillos que he visto por ahí, que hablarían de un supuesto cambio de estilo del estudio de la lámpara. Aunque reciba influencias de otras fuentes, Pixar sigue siendo Pixar.
Es todo lo que necesita para anotarse otro acierto más en su lista.
***1/2
LUCA
Director: Enrico Casarosa
Animación
2021
fretamalt@hotmail.com @panchocinepata (Twitter/Instagram)