Me pasa con algunas películas: las veo una vez, me conquistan, me hacen repetírmelas, una y mil veces, y a la vez mil y una me sigue pareciendo asombrosa e increíble. Y las vuelvo a ver cada vez que puedo, y quiero tenerlas en la mayor cantidad de formatos posibles.
Me pasa con Alta Fidelidad, con Gran Pez o Mad Max Fury Road (de El Padrino o Star Wars ni hablar). Y es lo que me pasa con Eterno Resplandor De Una Mente Sin Recuerdos.
Es uno de esos milagros que pasan en la industria cinematográfica de vez en cuando. Este filme, debut de Michel Gondry en el ámbito del largometraje, tras una década dedicado al cortometraje y al videoclip), se estrenó a Chile el mismo año de su debut, en 2004, con poco tiempo de diferencia respecto de su estreno original. No hubo que esperar mucho tiempo. Supongo que contar con un elenco lleno de estrellas en un buen momento ayudó a vender la película. Haber tenido este filme en pantalla grande, en su apogeo, llegó a hacer bastante ruido y contó con una taquilla nada despreciable para un filme “indie”. Prodigioso.
Una de las virtudes de Eterno Resplandor… está en sus matices: ciencia ficción, fantasía, drama y humor, para presentar una historia que parte del clásico “chico conoce chica”, pero enfocado en el momento en que la chica rompe con el chico y lo que pasa como consecuencia de.
Todo comienza cuando Joel (Jim Carrey), un taciturno empleado, que acaba de salir de una relación que no iba para ninguna parte, decide impulsivamente de no ir a trabajar, tomando un tren rumbo a la costa.
Durante el viaje, conoce a Clementine (Kate Winslet), y siendo los únicos pasajeros del vagón, traban conversación, descubriendo las muchas cosas que tienen en común y deciden pasar el día juntos, iniciando al poco tiempo, un romance.
Cierto día, Joel visita a Clementine en su trabajo, pero ésta no sólo no lo reconoce, sino que saluda muy efusivamente a un total desconocido.
A través de un amigo común, Joel se entera que Clementine se ha sometido a un tratamiento inédito, por el cual lo borró, literalmente, de su memoria y de su vida.
Despechado, Joel acude a Lacuna, el mismo laboratorio donde Clementine se practicó este tratamiento, y pide hacer lo mismo respecto de ella.
De los diversos alimentos que confluyen en esta historia, podemos distinguir fácilmente tres: ciencia ficción, fantasía y romance.
No es difícil darse cuenta donde está el factor ciencia ficción: la historia nos pone en un entorno en el que es posible eliminar recuerdos de manera selectiva. No es que nuestra inteligencia no pueda hacerlo sola…sólo que nunca ha podido hacerlo de manera tan radical y efectiva. No podemos sacar a una persona de nuestra memoria como quien elimina a un amigo de Facebook. En el universo concebido por Gondry (a partir del ingenioso guión de Charlie Kauffman) ello sí es posible, siendo además un negocio muy rentable.
Una vez dentro de la mente de Joel, durante el proceso de “borrado”, entramos en el ámbito de la fantasía, en lo netamente onírico, ciertamente uno de los elementos más celebrados de la película. Kauffmann y Gondry nos llevan de paseo por los complejos recovecos de la mente humana, del subconsciente y los intrincados procesos del pensamiento humano.
Gondry nos lleva al subconsciente de nuestro protagonista, desde lo más profundo, de una manera original y creativa, que incluso fue celebrada por instituciones ligadas al estudio del pensamiento. Aquí es donde la creatividad de Gondry explota. Es lógico. Siendo la mente humana el lugar donde anidan todos nuestros recuerdos, miedos, emociones, y donde concentran los procedimientos cognitivos, como el aprendizaje, la creatividad, la imaginación, Gondry encuentra un verdadero arsenal de juguetes con los que hacer y deshacer en su relato, encontrando una manera original y lúdica para conocer en profundidad a Joel, entenderlo, comprender qué fue lo que lo enamoró de Clementine, descubrir el punto y el por qué se fue a pique la relación, y hasta especular las probables consecuencias que podría provocar el borrar de su memoria a la mujer que amó.
Y en vez de hacerlo a través de un relato plano y lineal, nos embarca en un viaje fantástico por el interior del individuo, que facilita mucho el recorrido por los complejos recovecos de la mente.
No ha sido poca la gente que ha relacionado Eterno Resplandor… con Intensa-Mente, la gran película animada de 2015 que también tiene como escenario la mente humana. si uno lo piensa con atención, salvo las diferencias obvias (temática, orientación) el paralelo es más que acertado.
Así podemos pasar al tercer gran tema de esta película: el romance.
Porque, por encima de todo lo demás, Eterno Resplandor… es una película romántica. La historia, más allá de la fantasía y del sci-fi, es un cuento de chico conoce a chica y se enamora.
Joel y Clementine se conocen. Se enamoran. La relación llega a su peak. Se quiebra. Se acaba. Me borraste, te borro…y sería.
Pero no. el quiebre entre ambos es recién el inicio de nuestra historia. Como observamos al recorrer la mente de Joel entendemos su vida, lo que pasaba por su mente al conocer a Clementine, lo que lo hizo enamorarse de ella y necesitarla, querer estar junto a ella. Esas pequeñas cosas que pueden parecer triviales, rutinarias, pero que vividas junto a la persona correcta se convierten en grandes experiencias de vida.
Esas cosas llevan a Joel a resistirse, sobre la marcha, al proceso de borrado y tratar de detenerlo. Se da cuenta que tal vez si sea tarde para reconstruir la relación y reparar los errores que llevaron al quiebre. Pero aún puede rescatar lo bueno que la relación tuvo.
No podemos dejar afuera, y lo podríamos incluir como un cuarto factor, el dilema ético que plantea la película, en torno a ciertos hechos fundamentales: ¿a qué nivel de incapacidad de afrontar nuestras propias experiencias iremos a caer, cuando llega a ser así de fácil ir y sentarse bajo una máquina que se encargue de borrarlo? ¿Qué tan hundidos como personas estaremos que una empresa ha llegado a forrarse de dólares con ello? Esto, en todo caso es un tema que da para otra columna, o alargar ésta más allá de lo aconsejable.
Gondry encuentra una muy buena base para su trabajo en el guión de Kauffmann, y se apoya en un gran casting. Uno podrá garabatear a Jim Carrey por gran parte de sus papeles anteriores, y especialmente posteriores, pero su interpretación de Joel, más que perdonarle por ciertas actuaciones, lo engrandece, lo vuelve un gigante y calla cualquier duda que pueda presentarse en su talento.
Dudas que nunca hemos tenido respecto de Kate Winslet y sus innegables habilidades dramáticas. Winslet hace de Clementine un personaje increíble de encontrar en la vida real, verosímil y absolutamente creíble. Lo siento, James Cameron, pero si amamos a Kate Winslet no es por tu barco, sino por lo asombrosa, atractiva y adorable que Michel Gondry la hace ver.
El apartado de secundarios es encabezado por Tom Wilkinson, encarnando al Dr. Mierzwak, precursor de la terapia de borrado, un campeón del arte de vender helados a los esquimales y que ciertamente no tiene la palabra “escrúpulos” inserta en su disco duro. Mucho antes de Fargo, Kirsten Dunst nos demostró aquí que es más que la vecina bonita de Peter Parker (talento que refrendaría años después, en la segunda temporada de Fargo). Mark Rufffallo comenzaba a marcar presencia gracias a filmes como éste (y a Colateral, del gran Michael Mann, del mismo año) y Elijah Wood da un paso gigante en cuanto a desmarcarse de Frodo Bolsón con su actuación en este filme.
Eterno Respandor… es una historia de un amor que nace, se desarrolla, muere, y es lo bastante fuerte para sobrevivir. Subsiste más allá de cualquier terapia de shock, pues más allá de cualquier diferencia que existe entre sus protagonistas, Joel y Clementine descubren finalmente lo que les gusta el uno del otro, pero también lo que odian entre sí y de sí mismos. Y sin embargo, han llegado a un punto en que pueden vivir con eso que odian, como parte del paquete. Lo que, visto en perspectiva, no les impide ser felices juntos.
Qué gran triunfo del amor.
Qué gran triunfo para el cine.
Por algo la elegí como mi película favorita del 2004.
****1/2
ETERNAL SUNSHINE OF AN SPOTLESS MIND
Director: Michel Gondry
Intérpretes: Jim Carrey; Kate Winslet; Tom Wilkinson; Kirsten Dunst; Mark Ruffallo; Elijah Wood
Fantasía/Romance/Ciencia ficción.
2004
fretamalt@hotmail.com @panchocinepata