el verdadero ganador

(esta publicación contiene spoilers…sí, de una película que tiene catorce años y está en todos los formatos posibles…pero sí, hay gente que se queja)

Hace unos días, via HBO Max, volví a ver una de mis películas favoritas de las últimas décadas…The Dark Knight,otra gran prueba de que a veces gana el villano.

¡¡¿¿QUEEE??!!- me dijeron de vuelta -¿Perdón? Pero ¿cómo que gana el villano? Batman detiene al Joker, salva al hijo de James Gordon y…

Y…

…justamente. Detiene al Joker y evita su plan de hacer volar dos transbordadores repletos de pasajeros. Y si, también es cierto que salva a la familia de James Gordon deteniendo a Dos Caras…¿y el costo?

-La destrucción de Harvey Dent, el héroe incorruptible que Gotham City necesitaba, tanto moral (al convertirse en Dos Caras) como física (con su muerte).

-Batman se echa la culpa del crimen de Dent y de las muertes que éste causó como Dos Caras, convirtiéndose en prófugo, dejando a su ciudad sin sus principales protectores (Dent y él mismo). Eso obliga a James Gordon a calificar a Batman de enemigo público, iniciando su cacería, y a la ciudad a tomar una serie de medidas anticrimen que, si bien traerían años de paz y orden a Gotham, la fragilidad de su base –la falsa imagen de mártir atribuida a Dent, principalmente- terminarían por reventar esta burbuja (como se ve en The Dark Knight Rises).

Así, en cierta forma, Batman tuvo que vulnerar sus propios códigos para llegar a este resultado, cosa que siempre fue lo que quiso el Joker: demostrar la fragilidad de sus principios y códigos, llevando al murciélago a su extremo. Recordemos que esta versión del Payaso explota esa faceta, digamos filosófica del personaje, en cuanto tiene la idea que nadie es tan bueno o tan moral, y que basta un simple roce para mandar al carajo hasta al más cuerdo.

Así, y fiel con el espíritu del personaje en el cómic, que ama el caos por sobre todo lo demás porque lo encentra gracioso, da lo mismo que termine encerrado en una celda en el Asilo Arkham: probó su punto. Quizás no con una matanza en masa, pero si desarmando a la ciudad de sus protectores.

¿Quien me decian que habia ganado?

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como cuento, pero no de hadas

La celebración de Navidad de 1991 fue especialmente tensa para la Familia Real Británica: la relación extramarital del príncipe Charles (Jack Farthing) con Camilla Parker-Bowles es un secreto a voces y su matrimonio con Lady Diana Spencer (Kristen Stewart) hace aguas por todos lados, haciendo aún más feble la relación entre esta última y su familia política.

Diana siente que sólo se le exige a ella que actúe a la altura de las circunstancias, por lo que estas fiestas serán para ella un permanente paseo al borde del colapso..

En Spencer, su segunda gran incursión en la gran industria del cine, Pablo Larraín repite la fórmula que ya había empleado antes: personaje femenino importante en la historia reciente de la humanidad, en un momento específico y fundamental de su vida, interpretado por estrella mundialmente reconocida, aunque con la salvedad que los últimos años se ha hablado más de Diana de Gales que de Jackie Kennedy.

Pensemos cuántos reportajes se hacen al año en torno a la figura de Lady Di. Cuántas biografías, películas, documentales, se han realizado a partir de la “Princesa del Pueblo” y su relación con la corona inglesa. The Crown, sin ir más lejos, su tercera temporada, así como la próxima, girarán en gran parte en torno a Diana. Y uno podría pensar de Spencer que es “ah, otra más”, pero no

Larraín escapa de la estructura de la biopic estándar, y enfoca su relato en una jornada puntual en la vida de su protagonista: el fin de semana que ésta debe pasar con la familia política en momentos en que su vida matrimonial se está yendo al carajo. Y enfoca el relato en la presión que cae sobre Diana como consecuencia de todos estos estímulos a la vez…y mantener las apariencias y los protocolos.

Cosa que la tiene a punto de explotar…porque es comprensible: tu marido te engaña, tu matrimonio está al borde del colapso, la familia de él que te ha observado en cada cosa que haz hecho y no deja de juzgarte te exige reaccionar a la altura de las circunstancias (¿y al marido no?)…¿y además quieren que te mantengas sonriendo ante las cámaras? ¿Quién en su sano juicio sale indemne de todo eso?

(Esto me hizo entender mejor lo que pasó con Harry y Meghan el año pasado)

Esto hace que Spencer sea una película que pueda no gustarle a todo el mundo. Si alguien espera un relato tipo docudrama acerca de la fracasada historia de amor entre Carlos y Diana (que, nos han demostrado los hechos, nunca fue tal), mejor siga viendo E! Entertainment. Hay de eso acá, por cierto, pero apenas lo suficiente como para que nos quede claro cómo afecta eso al ámbito personal de la princesa

Y aunque el trabajo narrativo de Larraín, abundante en metáforas, onirismo, sueños y memorias vividas (aunque las referencias a Ana Bolena y su parentesco con la familia Spencer me resultaron sobrantes), apoyado en la gran partitura de Jonny Greenwood es más que respetable, los bonos de esta película los sube la actuación de Kristen Stewart que ha cosechado elogios, reconocimientos y más de una nominación…y con justicia.

La transformación de Stewart en Lady Di es impresionante no sólo en lo físico (quedó igual), sino también de fondo. Kristen entiende perfectamente la situación de su personaje, el tour-de-force que está atravesando, y que la mantiene contra la espada y la pared (tu vida se desmorona, pero tienes que lucir feliz y radiante ante el público), proceso que sólo puede terminar de una de dos formas: colapsar o salvarse, considerando además que saber qué camino debe tomar y cómo, depende sólo de ella.

Bueno, casi…ahí están los personajes de Timothy Spall y Sally Hawkins que, a su manera, intervienen en el proceso de búsqueda de equilibrio de Diana.

Quien diría, lo he dicho en otras redes sociales, que la misma actriz de una saga de literatura adolescente, que miramos mucho en menos en su momento (hago mi propio mea culpa), terminaría siendo una de esas intérpretes de quien estamos pendientes de ver qué hará ahora. Precisamente, por interpretaciones como ésta.

***1/2
SPENCER
Director: Pablo Larraín
Intérpretes: Kristen Stewart; Jack Farthing; Timothy Spall; Sally Hawkins; Stella Gonet; Sean Harris
Drama biográfico
2021

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qué optimista fui…

El reconocido diseñador de videojuegos Thomas Anderson (Keanu Reeves), creador del exitoso juego llamado The Matrix, no puede disfrutar del éxito de su creación, ya que vive constantemente con visiones que realmente le hacen cuestionar si lo que sucede en su juego es producto de su imaginación, o en verdad fue algo que sucede o sucedió en algún momento.

Sin embargo, una serie de acontecimientos que han tenido lugar a su alrededor, le hacen darse cuenta que lo que conoce como realidad nunca ha sido tal, y que el mundo virtual que creó, está muy lejos de ser una fantasía..

En menos de dos meses tuvimos dos casos de cómo retomar una franquicia de películas. Ghostbusters Afterlife nos enseñó como reiniciar una historia (incorporando personajes y conceptos nuevos a un relato conocido) al tiempo que se rescata y celebra el material original. Y hace pocas semanas fue el turno de The Matrix: Resurrecciones, otro muy buen ejemplo…de cómo no hacerlo.

Esta nueva entrega de la serie iniciada en 1999 con la imprescindible película, cuya calidad fue decreciendo con cada secuela, fue anunciada a mediados de 2020, cuando a estas alturas ya nadie esperaba nada luego del débil cierre de esta trilogía, por lo que cabía preguntarse qué esperar de este regreso.

Yo me conformaba con que corrigieran los agujeros que dejaron la segunda y tercera películas, de 2003. Qué optimista fui.

Es que no corrige nada. Es más, diría que abre nuevos pozos sin fondo en que cae uno después de otro.

Me explico. Saquemos de Recargada y Revoluciones las escenas de acción (lo más decentito que tenían) y nos quedamos con tres cuartas partes de película dedicadas a reflexiones, meditaciones, voladas que explican y sobreexplican lo que pasa en pantalla, que terminaron cansando, aburriendo y perdiendo la atención en la historia. Resurrecciones cae en lo mismo, o peor incluso.

Por aburridos que fueran los momentos “mucho texto” de las películas 2 y 3, al menos tenían coherencia, servían para dar continuidad y contexto al relato, permitían que este se entendiera (con paciencia eso sí) y fluyera. En este cuarto filme, toda esta palabrería no lleva a nada, no ayuda a entender cómo se llegó a lo que está pasando, abriendo nuevas dudas y haciendo decir a cada rato “¿en serio?” (leáse con fastidio), cuando concluyes o ridículo que suenan algunos conceptos.

Igualmente risible resulta el exceso de referencias a las películas anteriores. Entiendo la idea de que había que dar a entender que Thomas/Neo no distingue lo real de lo (que el cree) imaginario, pero ¿cuál era la idea de copiar y pegar tan descaradamente la película? Para eso mejor veía la primera película y ya. Con los primeros quince y veinte minutos quedaba más o menos claro cuál es el quid del asunto, no era necesario regalar media película a las puras referencias.

Eso, más la reinvención de algunos personajes que resulta insultante (¿Morpheus?¿Smith?) y la incorporación de otros nuevos que no funcionan (con todo respeto, Neil Patrick Harris, me caes muy bien, pero en esta película tu aporte es discutible) le hacen un flaco favor al buen nombre de esta saga

Y considerando lo que ha logrado la ciencia ficción luego del fin de la trilogía original (pensemos en series como The Expanse o Black Mirror), era más digno dejar todo como estaba.


**
THE MATRIX RESURRECTIONS
Director: Lana Wachowski
Intérpretes: Keanu Reeves; Carrie Ann Moss; Neil Patrick Harris; Yayha Abdul Mateen II; Jonathan Grof; Jessica Winck; Jada Pinkett Smith
Ciencia ficción
2021

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el precio de salirse de la fórmula

Cinco mil años antes de Cristo, para enfrentar a los depredadores conocidos como Desviantes, Arishem, el Celestial Supremo, envió a la Tierra a los Eternos, diez seres inmortales dotados de poderes extraordinarios, que protegerían a la humanidad de sus exterminadores, mientras que ayudaban a la civilización en su camino por el progreso.

En la actualidad, tras quinientos años de relativa paz, los Eternos han vivido cada uno su propia vida. Sin embargo, los desviantes han revivido y más poderosos que antes, lo que lleva a Sersi (Gemma Chan), Sprite (Lia McHugh) e Ikaris (Richard Madden) a visitar a su antigua líder, Ajak (Salma Hayek) , en la búsqueda de respuestas..

Tal como pasó con Sang-Chi, Eternals, el tercer filme Marvel de 2021 (segundo si contamos la fase post Endgame, considerando Spiderman Far From Home y Black Widow como el epílogo de esa primera etapa) era una apuesta arriesgada, un salto de fe. Protagonizado por un grupo no precisamente conocido por el gran público, y de la mano de una directora que, por mucho que hubiera encabezado la anterior temporada de premios (Chloe Zhao, por Nomadland) no podía estar más alejada del género superheroico, el riesgo era enorme.

Y la cosa no pintaba bien: la mala recepción que estaba sacando en sitios como Rotten Tomatoes, por cualquier cosa que no fuera estrictamente cinematográfica (por eso, este tipo de sitios jamás me ha dado confianza, éste especialmente) hizo pensar que estábamos ante un desastre, y muchos aseguraban que estábamos ante la peor película de Marvel.

Vista al fin (Disney+), sólo diré una cosa: PATRAÑAS.

Ni es la peor película de Marvel (esa sigue siendo Ironman 3), ni la peor película del año (Space Jam sigue ostentando ese deshonor). Tampoco la mejor, por cierto, pero le dieron demasiado duro por algo puntual: lo mucho que se aleja de la fórmula Marvel. Muchísimo, al punto que he leído por ahí que es lo menos Marvel que ha hecho Marvel.

Aun así, no es causal suficiente para el hate que se ganó en algún momento: Capitán América y el Soldado de Invierno o Black Panther también se salen de la fórmula y no vi a nadie quejarse.

Yendo más allá del llanto del fandom más apestoso, y concentrándonos en la película misma, hay que decir que el apartado visual, partiendo de la base de que estamos ante una historia de seres con poderes casi divinos atravesando distintas etapas de la historia, nada que decir, simplemente impecable.

Casi diría que el salto de un tipo de cine a otro (de filmar casi con la cámara al hombro, a manejar presupuestos de cientos de millones al alero de uno de los estudios más poderosos de la industria) no le afectó a Zhao.

¿Casi? Cierto, la historia está bien narrada, pero tiene algunas cosas que le juegan en contra. El abuso del flashback, por ejemplo, aunque esto es lo de menos. Más peligroso puede resultar el tomarse tanto tiempo para plantear situaciones. Es cierto, se trata de personajes que más allá del fandom base, ese que lee los cómics, no son precisamente conocidos y hay que darse el tiempo de presentarlos, el filme se toma mucho tiempo para las introducciones, especialmente considerando que de los diez protagonistas, ninguno logra calar muy hondo en el espectador, como si lo hicieron, en su momento, los Guardians of the Galaxy, otro grupo Marvel en esa época muy conocido en su casa.

(Bueno, casi ninguno. Theena (Angelina Jolie), igual tiene algo que le hace más interesante que el resto…mientras que Kingo (Kumanil Nanjani) aporta una dosis de humor justa y precisa).

La película cae también en forma reiterada en la sobreexplicación, lo que si bien no afecta el promedio general del filme, si hace que se vuelva más largo de lo necesario.

Las dos horas y cuarenta minutos aproximadamente que dura no se sienten, pero se pudo haber contado lo mismo con menos. Y no vamos a detenernos en la falta de claridad respecto de quién es el villano aquí, sabemos que el ámbito de los malos sigue siendo la piedra en el zapato de Marvel.

No son defectos muy graves, por cierto, pero si eran evitables y tampoco hacen un daño de consideración. .El problema es que son precisamente el tipo de defectos de que se valen los haters para intentar darle algo de fundamento a sus niñerías.

***


ETERNALS
Director: Chloe Zhao
Intérpretes: Salma Hayek; Angelina Jolie; Gemma Chan; Richard Madden; Kumanil Nanjani; Lia McHugh; Brian Tyree Henry; Barry Keoghan; Lauren Ridioff; Don Lee; Kit Harrington
Superhéroes
2021


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como que no era necesaria…

En la celebración del 125° Aniversario desde la fundación del Hotel Transilvania, su propietario, Drácula está a punto de anunciar su retiro. Sin embargo, cuando se da cuenta que ceder el hotel a su hija Mavis implica que ésta comparta su administración con su inepto yerno Johnny, a última hora se retracta.

Frustrado por no poder complacer a su suegro, y pensando que si fuera un monstruo ya se habría ganado la confianza del Conde, Johnny acude al científico Van Helsing, quien le cede un viejo cetro que lo convierte en un monstruo. Sin embargo, el mal uso del instrumento vuelve a Dracula un simple mortal, obligando a suegro y yerno a viajar a América del Sur en busca del cristal que permitirá que vuelvan a la normalidad…

Confieso que esperaba algo mucho peor. Ya saben lo que pienso cuando se les ocurre “hagamos que la película gire en torno al personaje imbécil”, y que Genndy Tartakovski no estuviese involucrado más allá de un guión preliminar, además de mis aprehensiones con esas sagas que empiezan a estirarse más de la cuenta. Por lo mismo, sabiendo que estamos ante una saga que bajaba en calidad en cada episodio, es que de Hotel Transylvania 4: Transformanía, esperaba lo peor.

Y no, no es tan mala como pensaba, tiene algunos momentos entretenidos, pero la sensación de que es una secuela que no necesitábamos, no me la quita nadie. Eso es lo que suele pasar cuando lo más interesante de la película transcurre en el tráiler, sazonado con alguno que otro chiste.

Tal cual como pasó con la tercera película en 2018 (capítulo en el que ya se notaba que la historia no daba para mucho más), que la cosa se pudo haber disfrutado más si se hubiera contado en algunos pocos capítulos de diez minutos. Las poco menos de dos horas que alcanza se hacen demasiado para un relato que se agota pronto (su estreno directo en Amazon Prime sin pasar por salas hace aún más injustificada esta extensión), y que en el fondo es volver a contar algo que ya vimos mucho mejor expuesto en la primera película.

No se tome que estoy condenando a la franquicia a su extinción. Hotel Transylvania puede subsistir lo más bien en formato más simple, como una serie (que ya la hay) o cortos (que también han sacado). Sólo que a nivel largometraje ya no da para más y sería bueno que quedara hasta aquí.

La ausencia de Tartakovsky..y también de Adam Sandler, quien claramente estaba pensando en otras cosas a la hora de hacerse esta película (que ni se nota, el humor de camarín sigue presente aunque su principal exponente no lo esté), es señal clara señal del agotamiento de la saga.

Le tengo buena a esta marca (decreciente y todo, las primeras tres películas igual conservaban cierta dignidad) y me daría pena echarla en el mismo lote que La Era del Hielo o los Minions (las cosas como son, hace rato que las películas de Gru son la excusa para meter a estos irritantes enanos). Pero bueno, es el cierre que había.

**

HOTEL TRANSYLVANIA 4: TRANSFORMANIA

Director:Derek Drymon, Jennifer Kluska

Animación

2022

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ud lo podría rehusar?

25 de febrero de 2022: reestreno, en versión remasterizada, por tiempo limitado en salas estadounidenses y, espero se confirme y en la esperanza de que Omicron no haga de las suyas, en algunas salas latinoamericanas.

22 de marzo de 2022: lanzamiento de la esperada versión remasterizada y en 4K de la trilogía completa, con mucho material extra (pero aún no tengo claro si la tercera parte que incluye esta versión será la que se estrenó en cine, o la versión Coda: The Death of Michael Corleone, lanzada el 2020…aclaro que esta versión, aunque no me suma ni me resta a la ecuación,en resumidas cuentas no me molesta).

Como fuera, El Padrino, en el año de su aniversario número 50, finalmente verá la luz en versión 4K, algo en que se venía trabajando (y se estaba esperando) hace harto rato. Y es que el medio siglo de la mejor película de todos los tiempos no podía celebrarse de otra manera.

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eran tres simples reglas…

Conocía la historia, el argumento, sus protagonistas, realizadores y sus principales conceptos.

Sabía lo suficiente como para entender todos los memes que se hicieron durante la pandemia, relacionados con esta película.

Sé quiénes fueron sus responsables y de la enorme cantidad de gente que le rinde culto.

Y aun así,aunque uds no lo crean y comiencen a apuntar los rifles contra mi persona, por mucho que hayan pasado casi cuatro décadas desde su estreno, convirtiéndose pronto en uno de los filmes más icónicos de la década de los ’80, otro de ese puñado de títulos que marcaron a una generación, nunca había visto Gremlins.

Así que la última Navidad no podía dejar pasar el tiempo libre, y pagué la vieja deuda. Una menos, ya solo quedan…sólo quedan…sólo quedan…bueno, quedan.

Todo comienza cuando Randall Peltzer (Hoyt Axton), un inventor del montón, acude al Barrio Chino, en busca de un regalo original para su hijo Billy (Zach Galligan), empleado bancario y prácticamente el que sostiene a la familia. Así, llega al bazar del anciano Wing (Keye Luke) y rápidamente le llama la atención una criatura conocida como Mogwai. Y aunque el anciano en principio se resiste a venderle la criatura, su nieto, apremiado por las malas finanzas familiares, a escondidas vende la criatura a Randall, advirtiendo que tiene que ser muy cuidadoso de tres reglas esenciales para el buen vivir de la criatura.

Billy pronto se encariña con la criatura, a la que llama Gizmo. Sin embargo, bastó un mínimo descuido para llevar al pequeño pueblo donde vive al caos, en plena víspera de Navidad…

Para entender el éxito de este filme, lo que lo convirtió en un clásico, no podemos dejar de mencionar la suma de talentos involucrados en su realización, varios de los cuales en esa época daban sus primeros grandes pasos: dirige Joe Dante, uno de los directores del género fantástico que surgió al alero de Spielberg (productor de la película, y que además hizo diversos aportes para que la película no fuera calificada sólo para adultos) y a partir de un guión de Chris Columbus, el mismo que años después se anotaría con clásicos familiares como los primeros Mi Pobre Angelito, Papá Por Siempre y los dos primeros Harry Potter). Y, por supuesto, está Chris Wallas, el diseñador que creó la imagen de Gizmo y de sus versiones pervertidas.

Todos ellos contribuyeron de una u otra forma para hacer de lo que pudo haber concluido como otra historia de criaturas malignas sembrando el pánico (que también hicieron nata en esa década, como Critters o Ghoulies), en un clásico instantáneo para toda la familia (bueno, para casi toda: con motivo de Gremlins se tuvo que crear la categoría PG13, es decir, todo espectador pero no recomendable para menores de 13 años sin adultos al lado).

Porque, claro, si uno ve a Gizmo, en su modo normal, claro que cae rendido a sus pies. Pero cuando ve en lo que se convierte cuando no se cumplen las tres simples reglas (evitar la luz directa, evitar el contacto con el agua, no darle de comer a cierta hora) ya no lo quiere tener cerca.

A la larga, lo que hizo grandes a películas como Gremlins (y a otras de la época como Indiana Jones, Goonies, Volver al Futuro, Cazafanasmas, en fin) fue algo bien simple: que se trata de esas películas que a sus creadores les hubiese ver si ellos fuesen espectadores. Dante, al igual que varios de sus compañeros, crecieron al alero de la fantasía, de la ciencia ficción, el terror , la aventura, y en el fondo lo que filmaban era lo que conocían, lo que amaban y disfrutaron en su momento. Y ese cariño por lo que hicieron en su momento se hizo notar, salió de la pantalla e hizo que terminásemos queriendo estas películas.

Ellos filmaron lo que les hubiera gustado ver, mientras que nosotros veíamos lo que nos hubiese gustado vivir. No hay otra explicación.

***1/2

GREMLINS

Director: Joe Dante.

Intérpretes. Zack Galligan; Phoebe Cates; Hoyt Axton; Keye Luke; Polly Halliday; Jodge Reinhold

Fantasía/Terror/Comedia

1984

PD: Estoy seguro que si hubiese tenido doce o trece años en 1984, en vez de ocho, me habría enamorado de Phoebe Cates.

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Bowie 75: la mirada de sus seguidores

75 años desde que un hombre cayó a la Tierra.

O si prefiere, 75 años desde el nacimiento de quien para su familia se llamó David Robert Jones, pero para el resto del mundo se le conoció como David Bowie.

Multifacético e influyente creador, Bowie encarnó a uno de los artistas más completos e influyentes del siglo XX y parte del XXI. Principalmente conocido por su increíble trabajo musical, además hizo carrera en la actuación, la poesía, las artes visuales, el diseño gráfico, así como la difusión y producción de otros artistas y compositores.

Por esta vez, no haremos en este sitio la tradicional elegía a lo que durante su residencia en este planeta representó Bowie para la cultura pop, sino que dejaremos que otros hablen por él. Si es verdad que a un maestro hay que juzgarle por lo que han hecho sus discípulos, aquí les dejo una selección, totalmente personal y subjetiva, lo reconozco, de covers que otras bandas y solistas han hecho de su música. Partimos con…

FAME, por Duran Duran, 1981

La canción con la que David Bowie entró fuerte en el mercado estadounidense en 1975, fue versionada por unos jovencísimos Duran Duran, y lanzada como cara B de Careless Memories, el segundo single de su carrera. Es lógico, Duran Duran forma parte de la primera gran generación de músicos que tuvo en Bowie una de sus principales influencias.

ZIGGY STARDUST, por Bauhaus, 1983

Otro tempranero cover de una canción de Bowie vino por cuenta de Bauhaus, una de las bandas insigne del rock gótico que, al igual que pasó con Duran Duran, forma parte de una generación que se decidió por la música luego de conocer a Bowie y el concepto que éste entendía como espectáculo, más allá de la mera interpretación musical.

YOUNG AMERICANS, por The Cure, 1992

Bueno, grabada en 1992, pero lanzada en el disco Join The Dots: B-Sides And Rarities 1978-2001, de 2005, esta versión sigue la misma idea de las anteriores, es decir, de una banda que tuvo a Bowie como uno de sus mayores referentes. Hay que agregar que Bowie profesaba una gran admiración por la banda de Robert Smith, a quien invitó a compartir escenario en su show de 50° Aniversario, en 1997.

ASHES TO ASHES, por Tears For Fears, 1992

Parte un tanto tardía del movimiento new wave/post punk de mediados de los ’80 (partieron en 1982, pero su intermitencia a la hora de publicar hace que uno no los asocie de una sola vez), esta versión grabada por el entonces dúo como parte del disco aniversario 40 de la New Musical Express fue todo un hallazgo cuando la escuché por primera vez.

THE MAN WHO SOLD THE WORLD, por Nirvana, 1993

Quizás el más conocido cover de una canción de Bowie de todos los tiempos. Es más, mucha gente creyó por años que era de la banda de Kurt Cobain. Como fuera, su ejecución en el célebre Unplugged in New York, lanzado en 1994, fue uno de los puntos altos de la jornada, principalmente porque nadie se la esperaba, ni esperaban que quedara tan buena.

SPACE ODDITY, por Natalie Merchant, 1999

El primer gran éxito de David Bowie es a la vez una de sus canciones más versionadas. Smashing Pumpkins la han reinterpretado. El único momento que vale la pena de La Vida de Walter Mitty es escuchar a Kristen Wigg cantándola sólo con guitarra. Pero es la versión de 1999, a cargo de la célebre frontwoman de 10.000 Maniacs la más sobria y emocionante de ellas.

DIAMOND DOGS, por Beck, 2001

Dueño de una de las carreras musicales más interesantes de las últimas décadas, reconocido fan de Bowie, con quien comparte más de un elemento, Beck Hansen participó en el soundtrack de la película Moulin Rouge (lo mejor de esa lata bien vestida era la banda sonora) con su actualización del tema que dio título al disco de 1974 del británico.

SOUND AND VISION, por Franz Ferdinand, 2007

En cada generación de bandas inglesas, siempre aparece Bowie como influencia. Pasó en los 80, pasó en los 90, y pasó en los 2000, siendo los escoceses Franz Ferdinand quienes aportaron a acrecentar el legado Bowie con esta versión, incluida en el compilado Radio 1-Established 1967.

HEROES, por Peter Gabriel, 2010

Esta es una de las perlas, no en vano estamos en el homenaje de uno de los próceres del rock, de aquellos que demostraron que este género podía convertirse en un concepto artístico integral, a otro. La mejor canción de Bowie, a título personal, es también la más versionada (ha sido interpretada por Depeche Mode, King Crimson, Oasis, Blondie, Motorhead, U2, Bon Jovi, Gang of Four, incluso los argentinos Fricción) pero la sobriedad y buen gusto con que Gabriel, en su disco Scratch My Back recrea a Bowie la ponen en lo más alto de la lista.

FASHION, por Trent Reznor & Atticus Ross, 2021.

Uno de los herederos legítimos de Bowie (el mismo David le dio su bendición en 1995 y compartieron mucho desde entonces) se llama Trent Reznor, y no iban a quedarse afuera de esta lista, con esta versión registrada el año pasado, durante el especial Just For One Day, organizado por el tecladista original de Bowie, Mike Garson, y que contó con miembros de anteriores bandas de Bowie como Mark Plati, Sterling Campbell y el gran Carlos Alomar, destacó como uno de los mejores momentos de la jornada.

Diez versiones. Las que a mi mas me gustan, pero hay más, muchas más. Nunca serán suficientes para decir

FELIZ CUMPLEAÑOS, DAVID. GRACIAS POR TANTO. PERDON POR TAN POCO.

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reiniciando, sin olvidar lo que estaba antes

Cuando es desalojada de su departamento por no pago de rentas, Callie (Carrie Coon), madre soltera, se muda junto a sus hijos Trevor (Finn Wolfhard) y Phoebe (Mckenna Grace) a Summersville, un pequeño pueblo de Oklahoma, donde se encuentra la granja de su padre, recientemente fallecido, con quien hace mucho dejó de hablarse.

Phoebe, una niña poco social, pero de gran curiosidad científica, pronto se da cuenta de la existencia de un espíritu rondando por la casa, con el que pronto percibe gran afinidad. Este espíritu le revela la verdadera naturaleza de la granja y de su propietario en vida: su abuelo fue Egon Spengler, y junto al grupo conocido como los Cazafantasmas, en 1984 enfrentó al siniestro líder de una horda de espectros que atacó Nueva York.

Y que, por alguna razón, fue el único integrante del grupo que no dejó de lado su actividad, sospechando que el peligro no ha pasado…

Dije que tenía deudas pendientes del 2021 y, como cada principio de año, tengo que ponerme al día con tales deudas. Y dije también que entre esas deudas habría títulos que me dolió no haber visto oportunamente, ya que no podría ponerlos en el ranking de rigor. Ghostbusters: Afterlife es el mejor ejemplo de eso.

Y es que Ghostbusters es una de las franquicias a la que más cariño le tengo (junto con Volver al Futuro y Star Wars la tengo en el altar de las películas que me hicieron volverme cinéfilo), pero soy consciente que su desarrollo ha sido irregular. Tras la película de 1984, vino una secuela de 1989 que no estaba mal, pero tampoco a la altura de su predecesora, y un reinicio que, más allá de su calidad, estaba condenado desde su concepción.

Fue en la animación (dos muy buenas series a mediados de los 80 la primera, una década después la segunda), el cómic, los videojuegos y la memorabilia que la saga se mantuvo vigente, por lo que la idea de una tercera película con el elenco original, siempre estuvo presente, aún cuando uno de los protagonistas originales –Harold Ramis- falleciera en 2014.

Así es como llegamos a este híbrido que sigue al filme de 1984, funcionando en todos los sentidos posibles. La primera señal de que las cosas se venían interesantes tuvo lugar cuando se confirmó a Jason Reitman, hijo del director de la primera película, Ivan, en la silla de director. Que sea alguien del entorno (Jason visitaba de niño el set de filmación y conoció el filme desde su gestación, desde dentro) ya daba confianza de que íbamos por la dirección correcta, al entregar la realización a alguien que pisa terreno conocido.

¿Qué quiero decir con híbrido?, se deben estar preguntando. Por el triple rol que tiene como reinicio, secuela y homenaje.

Reinicio, porque nos cuenta una historia nueva de Cazafantasmas, a través de una nueva encarnación del grupo, protagonizada por personajes y narrada de manera que pueda llegar a las nuevas generaciones. Secuela, porque conecta con los hechos narrados en al menos una de las películas anteriores (salvo la de 2016), quedando la historia original y la actual unidas de manera que la segunda respeta lo planteado en la primera, y ésta puede validar como su sucesora legítima a esta tercera parte, abriendo la posibilidad de ver nuevas historias.

Y homenaje porque, bueno, profesa un gran respeto y lealtad hacia el concepto original, con abundantes referencias al mundo Cazafantasma, y fan service al servicio de la historia (no sólo de la mercadotecnia). Lo bueno, es que no se queda en eso, ni en la nostalgia, y plantea una historia, un universo nuevo que puede dar nuevos e interesantes frutos en un determinado plazo.

Todo esto hace que Ghostbusters: Afterlife tenga un gran valor agregado respecto de muchas reinvenciones o remakes de se quedan en copiar una película, cambiarle la ropa y meterle el chiste de moda. El trabajo de Reitman marca una diferencia al trasladar la historia de hace casi cuatro décadas a la sensibilidad de hoy, respetando su personalidad y virtudes originales. Una enorme y bendita diferencia.

***1/2

GHOSTBUSTERS: AFTERLIFE
Director: Jason Reitman
Intérpretes: Mackenna Grace; Finn Wolfhard; Carrie Coon; Paul Rudd; Logan Kim; Celeste O’Connor
Fantasía/Aventuras
2021

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