¿decadencia? más bien decantación

Los fracasos de taquilla de Antman and the Wasp Quantumania,por el lado de Marvel (apenas superando los US$ 400 millones, tras un mes y fracción de exhibición, menos de la mitad del promedio de ingresos del estudio), y de Shazam Fury Of The Gods para DC (si esta semana se empina por los US$ 200 millones, estoy siendo optimista), han llevado a varios a anunciar que el género de los superhéroes en el cine está muriendo

¿Es tan asi?

No si pensamos en que The Batman estuvo en casi todas las listas de mejores películas de 2022 o el interés despertado por el tráiler de The Flash. Pero si es cierta una cosa: la fatiga de material, del género, lo que es consecuencia…o más bien evidencia un par de fenómenos puntales. 

Por el lado Marvel: el abuso de la llamada «fórmula» y la sobreoferta. En 2022, y esto ya lo comentaba hace un año atrás, prácticamente no hubo una semana en que no hubiera alguna producción Marvel en alguna pantalla (cine, tv o streaming). Y no necesariamente producciones atractivas como en la etapa previa a Avengers Endgame. Aceptémoslo, con todo el respeto que se merecen, ni Moonknight, ni Miss Marvel ni She Hulk eran tan interesantes como para estar pendientes de ellas un mes y algo (de hecho, con las últimas dos no he pasado del capítulo uno). . Quizás en época de cuarentena funcionaba, pero ahora que se ha vuelto a la vida presencial, estamos más ocupados y tenemos menos tiempo para ver series, hemos tenido que ponernos mas selectivos

A nivel cine, sólo Spiderman No Way Home resultó lo suficientemente poderosa como para dejar algún legado. Thor Love and Thunder fue un divertimento apenas momentáneo, y Doctor Strange y Black Panther funcionan por temas más bien ajenos a lo estrictamente cinematográfico (los cameos en el primer caso, cómo zanjaban la partida de Chatwick Boseman en el segundo).

Los próximos estrenos de Marvel tampoco se ven tan atractivos (la excepción sería Across The Spiderverse, pero esa es de Sony, así que para estos efectos no cuenta). No es casualidad que el estreno de The Marvels se haya aplazado unos cuantos meses, al mismo tiempo que se anunció la reducción de estrenos de series a dos por año.

Ya no existe esa sensación de que “si no viste la última película Marvel, no eres parte de este mundo”.

Por el lado DC: todos los que queremos a DC celebramos los anuncios de Gunn/Safran para su nueva era. También somos agradecidos lo que Zack Snyder alcanzó a hacer, con todos sus altibajos. Pero no nos alegramos del fracaso de los proyectos de DC, eso es para unineuronales con odio a la vida.

En todo caso, sabíamos que habría heridos. En este caso, salvo The Flash, puente entre lo que se fue y lo que vendrá, los estrenos del estudio para este año, vienen marcados por su contenido: historias que, gracias al reinicio que viene, a la larga, no van a tener importancia, y lo que suceda con Shazam, Aquaman y muy probablemente Blue Beetle, a la postre dará lo mismo. 

¿Quién se anima a ir al cine así?

Esto ya no es culpa de las películas (pese a todo, Shazam! Ha tenido una respuesta positiva por quienes la han visto), sino del estudio mismo. Hace una década, se sabía que con The Dark Knight Rises terminaba la era Nolan y con Man Of Steel empezaba la era Zack Snyder. Obvio que lo que hizo Christopher Nolan no tendría cabida en esta nueva era, pero igual se ofreció la cinta como el evento que fue…¿costaba mucho hacer algo similar aquí, onda “si nos vamos a despedir, que sea en grande”? No, simplemente dejaron morir las cosas.

Que al director de Shazam le dé igual el fracaso de su cinta, “total, ya me pagaron” lo demuestra.

El género no está en decadencia, pero si está pegándose un bajón lógico y esperable, que se siente más fuerte de lo que es, pensando en lo gigantesco que llegó a ser este fenómeno.

¿Qué debiese pasar ahora? Una decantación, un filtro, una etapa de reflexión si se quiere, y entender, por parte de los estudios, lo bueno que sería bajar un par de cambios y enfocarse en lo cualitativo antes que en la cantidad.

Después de todo, la calidad nunca pasa de moda.  

A menos que quieran caer aún más bajo.

(No, del escándalo de Jonathan Majors y la bronca entre Dwayne Johnson y Zachary Levy, mejor hablamos otro día)

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gente de fiar

Un dispositivo conteniendo información de suma importancia para la seguridad mundial ha sido robado. Para dar con su paradero, el servicio secreto llama a uno de sus mejores agentes, Orson Fortune (Jason Statham) para dar con su paradero.

Aunque se encontraba parcialmente retirado, Fortune, junto a la especialista en informática Sarah Field (Aubrey Plaza) y el agente de campo J.J. Davies (Bugzy Malone) descubren que tras el robo se encuentra Greg Simmonds (Hugh Grant), uno de los mayores traficantes de armas del mundo…con una debilidad por las estrellas de cine, motivo por el cual reclutan al popular actor Danny Francesco (Josh Harnett) para introducirse en las propiedades de Simmonds…

La pandemia pareció no afectarle a Guy Ritchie. Si bien esa joya llamada The Gentlemen fue una de las primeras víctimas del cierre de salas hace un par de años, eso no lo detuvo, y en medio estrenó la respetable Wrath Of Man, y ahora, nuevamente de la mano de uno de sus actores fetiche, Jason Statham, presentó Operación Fortune: El Gran Engaño, que lo pone de vuelta en su género favorito: la comedia de acción/policial/suspenso.

Y no es que en temas más serios no se la pueda (Wrath.., una historia de venganza que estaba más cerca de lo que hacía, por ejemplo, Liam Neeson en Taken), simplemente es en esta mixtura entre el espionaje y la comedia de enredos donde mejor se siente. Prueba de ello es lo entretenida que resulta Fortune, película que sin ser la octava maravilla del mundo, cumple con hacer pasar un rato agradable.

La clave está en lo equilibrado que es Ritchie para aplicar los diversos componentes a su mezcla: chistes, en la medida y en el momento y lugar que correspondan como para que resulten graciosos, pero a la vez funcionales a la historia central (antes que una comedia este sigue siendo un filme de espías), y lo mismo se puede decir de las escenas de acción, las cuales Ritchie coloca y maneja de manera que contribuyan al todo, y no supeditando el todo como una vil excusa para que los personajes se agarren a patadas, balazos y explosiones.

Es que para hacer las cosas bien a veces basta con tan poco, tan sólo con saber dosificar los diversos ingredientes, incluyendo a los lugares comunes del género: el agente de capacidades inverosímiles, la chica guapa e inteligente, el villano carismático, el sidekick que sorprende, el personaje que circunstancialmente cayó ahí. Por mucho que Jason Statham sea el que aparece de mayor proporción en el póster de la película, lo cierto es que es uno de varios quienes dan vida a este relato.

Por eso es que mucho de este género se va al carajo (es cierto, hay filmes donde la acción copa casi la totalidad del filme y no por eso pasa a llevar la historia que está contando, como la saga de John Wick, que por estos mismos días estrenó su cuarto filme y dejando la escoba, pero son más bien excepcionales), porque directores así de eficaces para narrar como Ritchie, no hay tantos.

Repito que esta no es una película que vaya a cambiar el avance de la cinematografía mundial, pero uno no siempre anda buscando eso. A veces basta con pasar un buen rato, y Guy Ritchie cumple con eso en la gran mayoría de las casos. Para irse a la segura.

***

OPERATION FORTUNE: RUSE DE GUERRE

Director: Guy Ritchie

Intérpretes: Jason Statham; Aubrey Plaza; Hugh Grant; Josh Harnett; Cary Elwes; Eddie Marsan

Comedia/Policial/Espionaje

2023

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15 años de sobrevivencia

Me siento un sobreviviente.

Sobreviviente de otra época, de otro mundo, de otra forma de hacer las cosas.

Como he dicho antes, tengo tinta (o caracteres, suena más adecuado) en las venas, sumado a mucha cultura pop en la cabeza que necesito sacar de vez en cuando, a menos que quiera terminar en el psiquiatra. Así, de cada oportunidad que he tenido para hacer esa ventilación, la he aprovechado.

Desde el diario mural escolar, pasando por el fanzine universitario. Luego vinieron los chats, los fotos virtuales, Fotolog, hasta llegar a este blog, mismo en el cual, luego de quince años y cerca de dos mil publicaciones, publico estas líneas.

No es antojadizo que hable de sobrevivencia. Cuando partí este blog, en marzo de 2008, los que nos dedicábamos al blogueo éramos bastantes. Es cosa de ver los links en el menú de aquí al lado, no más. Cuenten el total y luego cuenten cuántos de ellos siguen activos.

Tristemente, la palabra escrita va de salida y la gente lee menos, malacostumbrada por la inmediatez del streaming, del live y otros recursos similares. Y cada día que pasa hay más gente entrando en el mundo de la “creación” de contenido (porque de creación tiene poco, y de contenido aún menos) porque es más rápido de producir y percibir. Y más fácil.

¿Por qué sigues blogueando entonces, si es un formato tan venido a menos? ¿Por qué no te pasas al audiovisual y te haces un canal en Youtube o en Twitch? Me lo han preguntado..y me lo he preguntado mucho.

Y me respondo que, primero, porque no me logro convencer de hacer una inversión de tiempo y recursos, que no tengo, ni estoy dispuesto para hacer lo que hay que hacer para que un contenido destaque entre mil otros contenidos que son prácticamente lo mismo. Y porque tampoco me interesa caer en el facilismo e encontrar todo malo, empleando expresiones vulgares y humor de cloaca para subir los likes.

Tampoco es que me interese la popularidad. En este blog, un muy buen día es cuando hay más de 20 visitas, que valoro totalmente: son 20 personas que se tomaron un segundo para leerme. Además, como dije, es algo que hago por mí, por mi salud mental y no porque busque una fama que, en honor a la verdad, no sirve para nada.

Tampoco por dinero. Para eso tengo mi profesión.

Porque como dice Francella en El Secreto de sus Ojos: Porque me apasiona.

Porque el cine, la música, la literatura, el cómic, en fin…son temas de los que sé mucho. Temas de los que se me da fácil hablar de ellos y me gusta hacerlo. Y este blog me ha dado la oportunidad de desarrollarlo y expresarlo, lo que además me ha servido para sacar adelante habilidades que no sabía que tenía.

A todos los que en estos quince años han sido leales y han apañado en esta pasión..no tengo más que agradecer, sobre todo si van a seguir apañando unos cuantos años más.

Porque esto no piensa terminar.

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ni tan mal genio

Un pequeño condominio de Pittsburgh, es el lugar donde vive Otto Anderson (Tom Hanks), un hombre de algo más de sesenta años, siempre preocupado del respeto por las normas de convivencia y el buen mantenimiento del vecindario,aunque más por un asunto de buenas relaciones públicas, lo hace porque necesita mantener el control y el orden de las cosas.

Aunque ninguno de sus vecinos tiene una mala opinión de él, Otto, que hace pocos meses enviudó y fue forzado a jubilarse de su trabajo, mantiene una relación distante y cortante con el resto del mundo. Sin embargo, las frecuentes visitas de su vecina Marisol (Mariana Treviño) una joven madre, recién llegada al barrio junto a su esposo y sus dos pequeñas hijas, lleva a Otto a abrirse a ver la vida desde otra perspectiva…

Qué año fue el 2022 para Tom Hanks: lo vimos convertido en su primer villano (Elvis), demostrar que a veces puede equivocarse y escoger mal sus proyectos (Disney’s Pinoccio) y por primera vez, andar amargado. Nunca, ni en los papeles más duros que le habían tocado, había transmitido tanto desdén por la vida como en Un Vecino Gruñón, el erróneo título en español para A Man Called Otto. Erróneo, porque nos hace creer que estamos frente a una comedia, siendo que de comedia no tiene tanto.

Y no deja de ser irónico que hace un par de años el mismo Hanks encarnase al entrañable presentador de tv infantil Fred Rogers en Un Buen Día en el Vecindario. Cualquiera diría que la pandemia (recordemos que Hanks fue una de las primeras celebridades en tener Covid) le pasó la cuenta.

Para entender por dónde va esta historia, imaginemos que el Clint Eastwood de Gran Torino, el Robert De Niro de Pasante a la Moda, y el abuelito de Up caen en una mezcladora. El resultado es el personaje que Hanks encarna en este filme.

Estrenada sin mucho ruido a fines del año pasado, es una película que se agradece por lo sencilla y poco pretenciosa que es, y que tiene un par de virtudes por las que vale la pena prestarle atención.

Primero, una historia sobre el duelo, sobre cómo abordarlo, y cómo no todas las personas de la misma forma. Es lo que pasa con Otto: la cinta nos cuenta gran parte de su historia pasada, de cómo siempre fue un personaje de carácter un tanto complicado, pero que tenía en Sonya, su esposa, un faro, un cable a tierra, una razón para vivir. Cuando ella ha partido, Otto pierde ese soporte, eso que lo conectaba con el resto del mundo, y nos muestran como fue perdiendo su humanidad y las ganas de vivir. Sus constantes y fallidos intentos de suicidio nos dan cuenta de ello.

No es una mala persona, pero es una persona a la que hay que saber llegar. Y ahí viene el segundo punto alto de este filme, en cuanto nos ayuda a aprender que no hay que dejarnos llevar por los prejuicios, y a saber conocer y entender a otros.

Porque si bien la relación entre Otto y su nueva vecina Marisol parte como un vínculo meramente utilitario (el esposo de ésta es negado para los trabajos domésticos), de a poco se va haciendo una relación más personal, y más estrecha. Sin proponérselo, Marisol va consiguiendo que Otto se saque las corazas que se ha ido echando encima con el tiempo, y de adentro las cosas que lo llevaron a aislarse, mientras que Otto ve en la familia vecina la oportunidad de concretar eso que no pudo tener…partiendo por la de perdonarse a sí mismo, y darse otra oportunidad en la vida para ser feliz.

Quizás de una forma que no lo había planeado, pero no por eso va a ser malo.

Dije que era una película pequeña en sus pretensiones, pero bien alta en lo entrañable que llega a ser. Remake de un filme sueco de 2015, y de la mano de un director que cuenta aciertos y desaciertos por igual como Marc Forster, este filme que combina lo cómico con lo dramático en su justa medida, puede que haya pasado piola en cartelera, pero cuando la vez, en algo de ti se va a quedar pegada.

***1/4

A MAN CALLED OTTO

Director: Marc Forster

Intérpretes: Tom Hanks; Mariana Treviño; Manuel García-Rulfo; Cameron Britton; Rachel Keller

Comedia dramática

2022

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woow…ya estamos cerca de la publicación N° 2000

no, si para acá no viene nadie…

Las tranquila vacaciones de Eric (Jonathan Groff), Andrew (Ben Aldridge) y su hija Wen (Kirsten Cui) se ven interrumpidas cuando un grupo de inquietantes personajes rodea la cabaña en la que se hospedan, en medio del bosque.

Liderados por el extraño, y  a la vez carismático Leonard (Dave Bautista), los visitantes tienen una intención clara: evitar el fin del mundo. Y la familia a la que asedian ha resultado elegida como el perfecto sacrificio para detener la catástrofe…

Podríamos cuestionar el ojo de M. Night Shyamalan para estrenar su último trabajo, Llaman a la Puerta, a principios de febrero, en plena temporada de premios, cuando el público, cinéfilo o no, se divide entre los nominados al Oscar y el blockbuster de turno (aunque con las cifras de Antman..eso queda abierto a discusión). Así, es lógico que un estreno tan poco pretencioso como éste pase casi inadvertido.

Aunque pensando en el espíritu de cine B, de filme de culto, que se respira en torno a este trabajo, capaz que al buen Manoj Night eso le haya dado lo mismo.

Para funcionar, a Llaman… no le hace falta mucho: sólo la poco feliz coincidencia entre una familia homoparental que no le hace daño a nadie, y un grupo de maníacos peligrosos. El choque entre la radical visión de estos últimos respecto del mundo, versus una familia cuyo único pecado es querer a alguien del mismo sexo, en un escenario como éste (una cabaña ubicada en un rincón donde no llega el wifi), más una serie de extrañas circunstancias tan propias del cine de M.N., de esas que te hacen dudar incluso de tus mayores convicciones, bastan para armar una pesadilla digna de ser compartida.

Aceptemos una cosa: Shyamalan a lo largo de su carrera ha sido un director irregular, pero de un tiempo a esta parte (Desde The Visit, 2015) su cine es lo bastante atractivo para quedarse con lo que uno está viendo. Eso tiene Llaman… para que resulte. Con eso le basta y le sobra.

Aquí conviene quedarse en uno de los aspectos clave para que esta película resulte: Dave Bautista, sólido en el rol del intimidante, pero a la vez carismático líder Leonard. Esto va más allá de lo físico (imponente, no lo podemos negar). Y es que hay que decir las cosas como son: a diferencia de sus colegas que vienen del mundo de la lucha libre, Bautista le está sacando varios cuerpos de ventaja. Mientras Dwayne Johnson y John Cena aún están pegados en la comedia de acción, Bautista viene demostrando hace rato que cuenta con un registro actoral mucho más amplio. Y viniendo de quien menos lo esperaba, debo reconocer.

Concedo que ya es difícil que Shyamalan vuelva a hacer algo como Sexto Sentido. Puede que esté equivocado y lo haga, como puede que no, pero qué importa. Ya lo hizo una vez y con eso se ganó un lugar en la historia para siempre, que no se lo va a quitar nadie. Y si eso le es aval suficiente para contar historias como ésta, yo conforme.

*** 

KNOCK AT THE CABIN

Director: M. Night Shyamalan

Intérpretes: Dave Bautista; Jonathan Groff; Ben Aldridge; Kirsten Cui; Nikki Amuka Bird; Rupert Grint; Abby Quinn

Suspenso

2023

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como para salvar el año

T’Challa, Rey de Wakanda, ha muerto. Y con él, el pueblo ha perdido a la Pantera Negra, su protector.

Ante la reticencia de Shuri (Laetitia Wright), hermana y sucesora natural del fallecido monarca, a asumir tanto el trono como la identidad del héroe, por sentir que tales funciones no le corresponden, la cabeza del país ha sido asumida por la reina madre Ramonda (Angela Bassett), que ha debido enfrentar las presiones de la comunidad internacional para acceder a las infinitas reservas de vibranium, el poderoso mineral que, hasta ahora, sólo ha sido hallado en Wakanda.

Ante este escenario, las grandes potencias no han escatimado esfuerzos para encontrar sus propias fuentes de vibranium, llegando incluso a lo más profundo del mar. Sin embargo, el hasta ahora desconocido pueblo submarino de Talokan, liderando por su rey K’Kl’Kan, llamado a sí mismo Namor (Tenoch Huerta-Mejía) considera estas búsquedas como una amenaza a su existencia, amenaza que no dudarán en enfrentar, no importa de donde provenga…

La fase 4 del llamado MCU tuvo cosas muy buenas como Spiderman No Way Home o Wandavision, otras horribles como Thor Love And Thunder, pero en líneas generales, es casi unánime decir que esta etapa merece el calificativo de “irregular”.

No es de extrañar entonces que Black Panther: Wakanda Forever, filme que cierra esta etapa (y que recién me animé a ver) se caracterice por lo mismo. Aunque hay que decir a su favor, que el segundo filme basado en el protector de Wakanda (sobreponiéndose a la partida de su protagonista, Chatwick Boseman, en 2020, en plena preproducción) tiene más aciertos que errores que los otros filmes de la cuarta etapa. Presenta grietas, pero en comparación con mucho de lo que hubo antes, es poco y reparable.

La duración de dos horas y cuarenta es una de esas fallas. Gracias a ello tenemos abundantes secuencias que aportan poco y nada, y/o que se extienden demasiado para lo que proponen. Las apariciones de Martin Freeman y Julia Louis-Dreyfus por ejemplo, o la inclusión forzada de Ironheart. Sabemos que hay que mantener la cohesión con el resto del universo Marvel, pero pudo hacerse en menos tiempo, sin sacar al espectador de la historia que está viendo.

La película pudo haber durado 25 minutos menos y se entendía igual.

El otro punto en contra corresponde a Laetitia Wright, la protagonista. Es cierto que, por razones que no quedan del todo claras, Shuri no quiere ser ni reina ni vigilante (¿duelo mal llevado?¿tiene otras preocupaciones?¿no se siente a la altura? Puede ser cualquier motivo, y lo encontraríamos válido), pero lo que sí queda claro es la falta de ganas de Wright por hacerse cargo del rol principal de la historia.

En un filme donde el elenco en general nivela hacia arriba (Angela Bassett logró ser nominada al Oscar como mejor actriz secundaria por este rol…todos vimos su expresión al no ganarlo)tener una protagonista tan poco carismática es un retroceso.

Vaya uno a saber cuánto incidió en ese aspecto la muerte de Chatwick Boseman, la reescritura de guión y el nuevo perfilado de Shuri.

Pero dije que había cosas buenas, y en primer lugar ahí está todo lo relacionado con el fallecido Boseman: desde la explicación de la ausencia del personaje de T’Challa y los tributos encubiertos a su actor, cubriendo con astucia los agujeros de guión que se podrían haber dado.

Otro punto fuerte aquí es Namor, el villano de la historia…¿Villano?¿En serio? ¿No será mejor decir antihéroe que lucha por la causa correcta pero con los medios incorrectos? En fin, en un MCU caracterizado por la falta de villanos trascendentes (Thor, en su momento Loki, Kilmonger, Zemo, Agatha Harkness y para de contar)da gusto que hayan aportado un contrincante con historia, contexto, motivos y personalidad, por mucho que se trate de un héroe devenido en enemigo.

Salvo la explicación de su nombre, una idiotez innecesaria, todo lo que rodea a Namor, su entorno, su cultura, la correcta inclusión de su personaje y mundo a la historia, sustituyendo inteligentemente su origen como rey de la Atlántida (seguro que para diferenciarlo con su similar de la competencia) por la interesante representación de la cultura mesoamericana, más la ejecución más que precisa de Tenoch Huerta, hacen que éste sea el pilar más fuerte del filme, y deja con ganas de ver más de este subuniverso.

Poniendo fin a la etapa más débil del MCU, y sin ser la gran cosa, Wakanda Forever es una señal de que este estudio aún puede hacer películas que dejen algo más que Funkopops para la colección, sino que aún puede contar relatos con algo más de contenido.

***1/4

BLACK PANTHER: WAKANDA FOREVER

Director: Ryan Coogler

Intérpretes: Laetitia Wright; Tenoch Huerta-Mejía; Angela Bassett; Lupita N’Yongo; Danai Gurirda; Dominique Thorne; Winston Duke; Martin Freeman; Julia Louis-Dreyfus

Superhéroes

2022

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Ahora sólo me falta el otro Black..ya saben, ese de la jerarquía de poder está a punto de ….XD XDD XDDD…perdón, todavía me estoy riendo.

Oscar 2022: el triunfo millenial

Sabía lo que iba a suceder, era el resultado que esperaba, y aún así no estoy conforme.

Aclaremos algo, Everything Everywhere All At Once (en adelante EEAAO) no me parece una mala película. Está bien, pero no me voló la cabeza ni encontré motivo para tenerla en mi top 10 del 2022. No le tengo odio, pero sí desconfianza respecto de cómo caló tan hondo en el inconsciente colectivo una película que, si hubiese sido de Marvel, por ejemplo, la habrían odiado, y que sin la viralización que tuvo, habría pasado sin pena ni gloria.

No dejo de pensar que, así como en 2016 Moonlight (un filme bastante menor del que no se tiene mucho recuerdo) fue la forma de la Academia para hacer las paces con la comunidad afroamericana, EEAAO, la gran ganadora de esta versión, con 7 premios de 11 posibles) es el recurso de la misma para reencantarse con la generación millenial y TikToker. El tiempo dirá si esta decisión fue acertada, dependiendo de hasta cuando resista el meme.

Como cada año, y obviando a un Jimmy Kimmell extrañamente aburrido y desubicado en el rol de anfitrión, la Academia nos dejó aciertos y decepciones. Bueno, nosotros no podemos quejarnos, Pedro Pascal dijo presente, ratificando su status actual de superestrella, y aunque no estaba postulando a nada, ganó. Vamos con el detalle de los premios Oscar 2022

Mejor Película: EVERYTHING EVERYWHERE ALL AT ONCE

Mejor Actor: BRENDAN FRASER por La Ballena

Mejor Actriz: MICHELLE YEOH por EEAAO

Mejor Director: “DANIELS” por EEAAO (cómo te robaron, tío Steven)

Mejor Actor Secundario: KU HEY QUAN por EEAAO

Mejor Actriz Secundaria: JAMIE LEE CURTIS, por EEAAO (aquí reconozco que estuvo bien, se lo debían)

Mejor Película Animada: PINOCHO DE GUILLERMO DEL TORO (campaña perfecta de este filme, se lo ganó todo, y lo merecía)

Mejor Película Internacional: SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

Mejor Documental: NAVALNY

Mejor Cortometraje: AN IRISH GOODBYE

Mejor Fotografía: SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

Mejor Maquillaje y Peinados: LA BALLENA

Mejor Vestuario: BLACK PANTHER WAKANDA FOREVER

Mejor Corto Documental: THE ELEPHANT WHISPERS

Mejor Corto Animado: THE BOY, THE MOLE, THE FOX AND THE HORSE…ok, tengo que ver esto

Mejor Diseño de Producción: SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

Mejor Banda Sonora: SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

Mejor Canción Original: NATU NATU-RRR (si no ganaba, el Teatro explotaba)

Mejores Efectos Visuales: AVATAR THE WAY OF THE WATER (lo único que se llevó esta vendida de humo)

Mejor Guión Original: EEAAO

Mejor Guión Adaptado: WOMEN TALKING (Éste también estaba cantado)

Mejor Edición: EEAAO

Mejor Sonido: TOP GUN MAVERICK

Será pues, así damos oficialmente por terminado el año cinematográfico 2022 y dando la partida a la temporada 2023. Veremos que se nos viene para este año y empezar a especular a quien va a ningunear la Academia en la premiación siguiente.

(por cierto, se le habrá pasado a la Academia la NetflixFobia? las otras dos categorías de mejores películas fueron para producciones de esta plataforma…y una de ellas fue la segunda más premiada este año…para pensarlo al menos)

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la gente alrededor del proyector

Es otro día de trabajo en el cine Empire, en la pequeña ciudad costera de Kent, Inglaterra. Es 1980 y Hilary Small (Olivia Colman), una mujer de mediana edad que trabaja administradora del local, lidiando con un desorden bipolar, solitaria, y manteniendo una relación clandestina con su jefe, Donald Ellis (Colin  Firth) ve alterarse su rutina con la llegada de Stephen (Micheal Ward), un joven afrobritánico, contratado para lo que sea necesario hacer en el mantenimiento de la sala.

Inesperadamente, Hilary y Stephen empiezan a tener una relación, impensada para muchos, que deberá atravesar más de una zozobra, especialmente con los frecuentes desarreglos mentales que sufre la mujer…

Se dijo que el cine sería protagonista del cine de la última parte de 2022. Y con The Fabelmans, Babylon y Imperio de Luz (e indirectamente con el imprescindible Meditaciones de Cine, de Tarantino) así fue. Sólo que hay un pequeño detalle: no todo estuvo a la misma altura: The Fabelmans fue una de las cintas imprescindibles del año, Babylon contó demasiado y aportó muy poco, e Imperio…ehhhm…

Creo que, para facilitar nuestro análisis, sería bueno dividirlo en dos partes..y es que el más reciente trabajo de Sam Mendes, un director por regla general cumplidor, pareciera que son dos filmes distintos en uno.

Porque durante la primera hora y cuarto de la película, tenemos una historia de las que hemos visto muchas : el cine como factor de unión entre las personas. En este caso, no sólo por la relación impensada entre una mujer madura con algunos problemas personales considerables y un joven de color forzado a trabajar antes que a otra cosa. Va más allá que eso, y se refiere a los nexos entre todos los que operan ahí: proyeccionistas, vendedores, aseadores, administradores, acomodadores (sí, había un tipo que con una linterna te llevaba a tu asiento).

Si la película se quedaba en eso, entonces nos quedábamos con un gran filme (cualquier reminiscencia a Cinema Paradiso, es mera coincidencia)

Pero a eso del minuto 70 de película, cuando empieza a profundizar en la relación Hilary/Stephen y lo que deben atravesar para intentar sacar a flote este vínculo, cuando todas las señales que nos han dado es que es una relación destinada a no prosperar. Lo mismo podemos pensar de la película a partir de este instante, y la dirección que estaba llevando Mendes hasta este momento, se le empieza a ir de las manos.

Entre la conducta cada vez más errática de Hilary y una serie de circunstancias que va atravesando a Stephen y que lo llevan a cuestionar lo que está haciendo (y los ataques racistas que sufre..que me sacaron de la película, me parecieron harto fuera de lugar). Demasiada información a la que hay que prestar suma atención, y en un tercio de una película de dos horas, no es suficiente, especialmente cuando el giro, de un formato más cercano a la comedia al drama que reviste esta segunda parte, es demasiado brusco.

Mendes tiene un par de salvavidas que mantienen al espectador mirando a la pantalla, partiendo por la actuación de Olivia Colman y la siempre impecable dirección de fotografía de Roger Deakins, a la postre la única nominación al Oscar que logró este filme, raro viniendo de uno de los regalones de la Academia. De otro modo, esta “carta de amor” hacia el cine que declaró en su momento, al presentar este filme, se hubiese convertido más bien en un acto de despecho.

**1/2

EMPIRE OF LIGHT

Director: Sam Mendes

Intérpretes: Olivia Colman; Micheal Ward; Colin Firth; Toby Jones; Hannah Onslow; Tom Brooke

Drama

2022

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ellos escuchan, no todos entienden

En el año 2010, luego de descubrir los abusos a que han sido sometidas durante décadas, las mujeres de una aislada, temporal y geográficamente, comunidad menonita, debaten acerca de su futuro, existiendo visiones ampliamente contrapuestas entre las que sienten que deben abandonar la comunidad, las que estiman que es tiempo de hacer su propia justicia, y las que optan por mantener el status quo, perdonar los abusos y mantenerse como parte de la comunidad.

Ocho de ellas, de distintas edades y posiciones, decidirán la suerte de las demás…

Para muchos fue la gran sorpresa dentro de las nominaciones al Oscar como Mejor Película, pensando que quedaría sólo dentro de la de mejor guión adaptado, en la que se ha anotado gran parte de su palmarés. Pero una película como Ellas Hablan debe ser apreciada más allá de sus logros fílmicos, sino también respecto del mensaje que pretende transmitir y del contexto en que es vista.

Digo, porque la mayoría de quienes la vimos, lo hicimos la misma semana en que la actriz Jena Malone denunció haber sido violada por un miembro de la producción de Los Juegos del Hambre (¿por qué nunca se sabe el nombre del victimario?)..y misma semana donde los subnormales de siempre sólo fueron capaces de decir “¿y por qué no lo dijo antes?”,”esta mala la pega, parece”, y brutalidades por el estilo. Si, en 2023 aún hay simios (y con perdón de los antropoides) que salen con eso.

Porque este filme, dirigido por la canadiense Sarah Polley (actriz y directora que desde temprano ha sido reconocida por su activismo, cuando a principios de los 90, en un evento, usó un signo de la paz pese a las advertencias de Disney, para quien trabajaba, siendo despedida y vetada de por vida de volver a trabajar para el estudio del ratón), podría parecer que es un filme en que no pasa nada, más que gente conversando, habiendo quienes lo dicen como si eso estuviera mal. 12 Hombres en Pugna también es sobre gente conversando y es una de las grandes películas de la historia.

Despotricar que Ellas Hablan es una experiencia cinematográfica pobre porque sólo conversan es no entender nada y sacar conclusiones desde el camino más fácil. Pero si nos ponemos más agudos y extrapolamos lo que sucede en el filme a la situación mundial, la teja que nos cae es pesada..y dolorosa, porque nos está representando la situación de las víctimas del abuso, y cómo lo enfrentan.

Está la que asume que sus hombres no van a cambiar, y que sólo se salvarán yéndose.

Está la que prefiere quedarse pero para enfrentar a su abusador.

Está la que prefiere mejor no hacer nada y seguir aguantando, porque así ha sido y así siempre será, y porque es consciente de lo que puede perder.

Y está la que piensa que simplemente no vale la pena, que no habrá ninguna diferencia.

Todo lo que vemos en este filme ¿no lo hemos visto ya?¿En casos de violencia doméstica?¿De violación?¿De abuso? “Andate de acá, poh..a ver quien te mantiene ahora”,”Dile a los pacos, poh…seguro te van a creer”,”Anda a denunciarme, poh…y a ver si encuentras pega en otro lado”. No lo escuchamos expresamente en el filme, pero podemos concluirlo a partir del relato.

En el momento en que estás viendo, puede que no lo sientas, pero cuando lo meditas después y con la cabeza más fría…es una patada donde más duele.

Esta, como vemos, no es una película para gente que cree que al cine sólo se va a reír o ver explosiones. Tampoco para esos trogloditas cuyo vocabulario se limita a decir feminazis, alliade o simp, y cuya única reflexión será “¿por qué no salen hombres?¿que no tienen derecho a dar su versión?”.

Está bien que así sea, porque luego de lo duro que este filme nos pega, lo último que necesitamos es tener al lado a un espécimen con cerebro de chicharrón que nos joda la experiencia. Y esa experiencia va más allá de lo que vimos en pantalla, es lo que podemos entender de ella, algo que no muchos pueden por sí solos.

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WOMEN TALKING

Director: Sarah Polley

Intérpretes: Claire Foy: Rooney Mara; Frances McDormand: Jesse Buckley; Ben Wishaw; Sheila McCarthy

Drama

2022

Y estaríamos. Obviando esa película de los pitufos gigantes que no veré por una cuestión de principios (no, JC, no te compraré tu humo dos veces), estamos con todas las nominadas para Mejor Película (y en general con las grandes nominadas a algo). La suerte está echada.

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/Instagram)

culpas que pesan

Desde el pequeño departamento en que vive, inmovilizado por sus más de trescientos kilos de peso, Charlie (Brendan Fraser) subsiste gracias a los talleres de literatura que imparte a universitarios, por vía telemática, aunque sin activar su cámara.

Aunque evita lo más que puede el contacto con cualquier otro ser, no tiene más relación que con Liz (Hong Chau), la enfermera que lo visita a diario para controlar su salud, y Thomas (Ty Simpkins), un aspirante a predicador que ha empezado a frecuentarlo. Sin embargo, luego de sufrir una descompensación que casi lo mata, Charlie invita a su hija adolescente Ellie (Sadie Sink) para tratar de reconstruir el dañado lazo entre ambos…

De entrada, no voy a caer en esa polémica sobre si La Ballena apologiza la gordofobia. Primero, porque no me interesa caer en una discusión artificial, ordinaria y que no busca más que el clickbait. Segundo, porque ya tengo mucho en que pensar respecto de lo que la película me hace sentir.

La más reciente película de Darren Aronofsky (un buen director, aunque en rigor no tengo con él mucho feeling que digamos, voy a ser honesto), de evidente origen teatral (adaptación que el dramaturgo Samuel D. Hunter ha hecho de su propia obra), está lejos de ser una mala película. No lo es, ni por si acaso. Pero me cuesta encontrar equilibrio entre lo que vi y las expectativas que el filme viene generando desde su estreno en septiembre de 2022, especialmente a partir de la actuación de Brendan Fraser, a la que volveré más adelante.

Sentimientos encontrados me deja, y por montones. El filme tiene cosas muy buenas, partiendo porque, considerando las circunstancias por las que atraviesa el protagonista, esta historia daba para un tratamiento mucho más morboso. Por suerte, esto no es Kilos Mortales u otra telebasura semejante, lo que se agradece.

En consecuencia, el dolor que inspira este filme (es una película que cuesta ver, no tanto por lo gráfico, sino por lo que hace sentir) es un dolor honesto, no algo que te hace llorar porque te pegaron justo ahí. Le doy ese punto a Aronofsky, ser capaz de hacer sentir algo parecido a la empatía, frente a un grupo de personajes con los que resulta casi imposible hacerlo.

¿Es posible que todos los personajes, cual más cual menos, sean así de despreciables?¿No hay ninguno que se salve? Quizás Liz (Hong Chau, nominada al Oscar como mejor actriz de reparto por este rol), esa enfermera que de tanto atender a Charlie ha terminado por convertirse en su amiga, dispuesta a ayudarlo sin saber cómo, y sin un paciente autodestructivo y dispuesto a velar por sí mismo…y pare de contar ¿El resto? Una casta de personajes carentes de amor propio, incapaces de perdonar y perdonarse a sí mismos por lo que sea que hubiesen hecho, que parecen sentirse más cómodos en la culpa que los abruma (pero que nunca es propia) que pensando en superarla.  

Eso es lo que ha llevado a Charlie a su estado actual, sin ir más lejos. Y que dentro de esta casa se viva casi en oscuridad permanente ayuda mucho a esa sensación de desespero.

¿Y Fraser? Al final es por él la ansiedad que ha generado este filme. Si, lo hace muy bien, más allá de las toneladas de maquillaje y prótesis que lleva sobre el cuerpo. Es un rol que pudo haberse prestado para la sobreactuación, pero Fraser se desenvuelve muy bien en él, adoptando las actitudes idóneas para cada situación que debe atravesar. ¿Justifica, entonces, el Oscar que muy probablemente se lleve? Sí, pero por las razones equivocadas. El tipo actúa muy bien, pero es la Academia: pudo haberlo hecho pésimo pero “Hey, lleva una docena de prótesis encima, se transformó totalmente”, esas cosas que la Academia ama con el alma.

Y, hay que decirlo, Sadie Sink es lo mejor que ha salido de Stranger Things, se nota que la chica hace un esfuerzo por hacer algo más que poner los ojos en blanco y levitar (señor Gunn o señor Feige, aplíquense!!).

En todo caso, estas actuaciones, sobre todo la del protagonista, son un arma de doble filo para esta ballena (que no alude a la condición física del protagonista, así que guárdense su humor de cantina para otro sitio, sino a Moby Dick, relato al que se hace más de una referencia). Hace poco, con TAR vimos una gran película fortalecida con una gran actuación, mientras que en este caso tenemos un filme correcto, bueno o superior, si quieren, pero cuyo desempeño depende demasiado del de su actor principal. Si Fraser no hubiese hecho las cosas como las hizo, o hubiese sido otro el protagonista…dudo que este filme hubiese resultado de la misma forma.

Funciona bien, pero quería que me gustara más.

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THE WHALE

Director: Darren Aronofsky

Intérpretes: Brendan Fraser; Sadie Sink; Hong Chau; Samantha Morton; Ty Simpkins

Drama

2022

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/Instagram)