por cuenta propia

Luego de un incidente que desde hace unos años la mantiene distanciada de su comunidad, Brynn (Kaytlin Dever) se ha acostumbrado a la soledad y el aislamiento, viviendo en la vieja casa campestre de su familia, haciendo vestidos y diseñando ciudades a partir de modelos a escala.

Cierta noche, Brynn despierta con un escándalo de proporciones alrededor de su granja y dentro de su casa, por lo que acude a revisar por si existe algún intruso, el cual resulta ser una agresiva criatura extraterrestre. Y aunque consigue escapar de ella, descubrirá que no es la única, sino la primera de varias…

Si, tal vez los que han dicho que Nadie Va A Salvarte, recientemente estrenada en Hulu, es la mejor película del año están exagerando. Pero que es una de las películas más ingeniosas, interesantes y originales del 2023, en eso no hay discusión.

Porque si entendemos el cine como lo que fue desde un principio, esto es, un arte consistente en dejar que sean las imágenes las que cuenten la historia, este filme se toma esa concepción al pie de la letra.

Vale, sin contar el cine mudo o las miles de cintas en que se recurre al silencio para fines paródicos, no es primera vez que se estrena un filme con 0 diálogos. Con la salvedad de que a diferencia de los muchos filmes silentes que no son más que pretenciosos ejercicios estilísticos, en este caso estamos ante un trabajo en que de verdad las palabras sobran, y todo se entiende perfectamente a partir de acciones, movimientos o gestos.

Por ponerlo de alguna forma, Nadie… le debe más a A Quiet Place que a cualquier festival de cine con sede en alguna ciudad tras la cortina de hierro.

Opciones como las que toma este filme no sólo se agradecen como riesgos que se ven poco dentro de lo estrictamente industrial, sino también porque, por el lado de los realizadores, abren posibilidades narrativas y cinematográficas poco exploradas, y porque exigen del espectador más atención de la que habitualmente se presta a un filme palomitero promedio.

Porque un trabajo dependiente principalmente de lo que se hace en pantalla, y cuyo peso dramático cae casi exclusivamente en su protagonista (el trabajo de Kaitlyn Dever es para tirarle flores) necesita que el que esté viendo sí lo esté haciendo. En una época en que la gran mayoría de estrenos comerciales tienden a la sobreexplicación, hay un gran punto a favor respecto de un filme que pone a funcionar la inteligencia del observador.

No es una película perfecta, como dije antes. No lo estoy pidiendo tampoco, pero un final tan forzosamente “happy end” y esa sensación de deus ex machina que se asoma en los últimos quince minutos, si bien no matan relato, resultan anticlimáticos para con lo que la cinta nos estuvo transmitiendo todos los minutos anteriores. Y pensando por todo lo alto que voló este filme, y si bien se valora mucho que una película no exceda de hora y media, esa conclusión se siente de golpe.

***1/2

NO ONE WILL SAVE YOU

Director: Brian Duffield

Intérpretes: Kaitlyn Dever; Zack Duhame; Geraldine Singer; Lauren L.Murray; Elizabeth Kaluev

Terror/Ciencia ficción

2023

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favor por favor

Maddie (Jennifer Lawrence), de 32 años y residente en Montauk, Nueva York, está tocando fondo. Sin profesión y muchas deudas, acaba de sufrir el embargo de su auto, con el que obtenía sus mayores ingresos, y está a punto de perder la casa donde su familia vivió por décadas por una deuda tributaria.

Desesperada, contesta el aviso de una pareja de millonarios cuyo hijo, Percy (Andrew Barth Feldman) está a punto de entrar a la universidad, pero no tiene mucha vida social y afectiva, así que Maddie es contratada para…sacudirlo un poco.

La verdad no tenía pensado ver Hazme el Favor, hasta que leí por ahí comentarios de algunos personajillos de masculinidad frágil aludiendo a que este filme es una apología al acoso sexual al hombre. Y me dije “hey, una película que puede herir a este tipo de ejemplares puede tener algún mérito”.

El problema es que el único mérito que tiene es ese, y es un filme que no sólo es totalmente prescindible, sino que te lleva a pensar en Jennifer Lawrence y a quién le debía un favor, una manda o plata.

Porque no consigo explicarme cómo una actriz de su prestigio, de su currículum, con dos premios Oscar a su haber, que ha protagonizado filmes venerados por cierto sector de la crítica y participado en franquicias exitosas (X Men, Los Juegos del Hambre), termina protagonizando burradas como ésta.

Estamos ante otro ejemplo del humor troglodita y unineuronal que se ha apoderado de la comedia estadounidense: harta broma sexual, de baño, con situaciones que comprometen la integridad física, la dignidad y el amor propio de sus protagonistas…y que en el último cuarto de filme, después de tres de bromas cuestionables, se pone santurrón e intenta dar una moraleja (y tratar de darle algo de justificación al filme, cuando ya es demasiado tarde).

Si pasaste las últimas dos décadas en una isla desierta o en una caverna, puede que te divierta, pero si, por el contrario, has visto gran parte de la comedia gringa de los últimos 20 años, puedes saltártela con confianza. No es otro chiste, es el mismo chiste que nos han contado por años, disfrazado un poco para intentar sorprender, pero sigue siendo el mismo. O casi el mismo, ahora tiene menos gracia, desperdiciando una premisa que con un poco más de cuidado, pudo funcionar mejor.

Inevitablemente pienso que esta película se estrena a diez años exactos de que Jennifer arrasaba con cuanto elogio se le cruzara con actuaciones como Silver Lining Playbooks o American Hustle, y uno se pregunta cómo se puede llegar a esto. Puedo entender que un intérprete quiera ampliar su registro actoral o a su público objetivo, o mantenerse vigente, pero esto es ir peligrosamente lejos.

Este tipo de filmes no son peligrosos para Adam Sandler y su tropa de boomers inmaduros, lo han hecho toda su carrera y ya no tienen nada que perder. Tampoco para Al Pacino o Robert De Niro, que han caído en este tipo de comedias, pero ahora, cuando ya dieron lo mejor que podían dar, así que tampoco tienen mucho que perder.

Pero en el caso de Jennifer Lawrence…sí, quizás su carrera no tenga la misma intensidad que hace unos pocos años, pero aún tiene mucho que entregar, está lejos del ocaso todavía. Está lejos de ese momento en que por necesidad aceptas cualquier porquería.

O producir cualquier porquería, lo que termina que esta situación se sienta más dolorosa.

**

NO HARD FEELINGS

Director: Gene Sutpnisky

Intérpretes: Jennifer Lawrence; Andrew Barth Feldman; Matthew Broderick; Natalie Morales; Scott McArthur

Comedia

2023

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así está la mano

Han pasado dos años desde la muerte de su madre, y Mia (Sophie Wilde) aun no puede asumir la tragedia, lo que la ha llevado a distanciarse principalmente de su padre, Max (Marcus Johnson), así como del resto del mundo.

Tratando de que se distraiga, Jade (Alexandra Jensen), su mejor amiga, la invita a una fiesta, que no tarda en descarrilarse cuando uno de los anfitriones extrae una grotesca mano embalsamada, de dudoso origen, diciendo que a través de ella se pueden establecer conexiones con otros planos espirituales, y propone a los asistentes probarla, por diversión.

Pese a sus dudas iniciales, Mia se ofrece como voluntaria para el experimento…

Sucede cada tanto. Una película pequeña, muchas veces del género terror o cercana al terror, proveniente de alguna industria menos llamativa, auspiciada por algún estudio que apueste por producciones más marginales, que saque la cara con ideas originales, historias novedosas (o al menos reinvenciones que así lo sean) y que den aire fresco a la industria.

Talk To Me cumple con todos estos requisitos: es de terror, de procedencia australiana, distribuida por un par de productoras independientes que se la agenciaron luego de su muy buena pasada por festivales y que toma una premisa conocida para contar un relato novedoso, realizada con la caja chica y sacándole un gran provecho a las buenas ideas, tanto en lo narrativo como en términos estrictamente de producción  y deja como legado un ícono.

Por Dios que se agradece encontrarse con un filme así de vez en cuando. Sobre todo en un año como éste en que las fórmulas que parecían imbatibles, resultó que no lo eran tanto.

Esta es una película que hay que celebrar por sus logros en producción. Hace rato que no se veía una cinta que privilegiara tanto el efecto físico, por sobre el digital (y si lo hay, está bien usado, harto mejor que en algunas superproducciones que han salido por ahí), pero ya sean efectos tangibles e intangibles, lo cierto es que están al servicio de la historia y de sus personajes.

Por mucho que sea, como dije, una premisa ya conocida: el tema de adolescentes enfiestados jugando con una reliquia maldita durante una fiesta, desatando el caos y enfocándose precisamente en la persona con más vulnerabilidades presente en la sesión, es algo que ya se ha contado antes, pero lo que hace que Talk…marque diferencias favorables, está en su manera de cómo aborda esta impertinencia y sus consecuencias.

Donde una película estándar del  género se sacaría un personaje de la nada que empiece a arrasar con los asistentes, sólo para ser derrotado por la chica vulnerable forzada por las circunstancias a ser heroína…bueno, nada de eso pasa en este filme.

Hay violencia, hay sustos, hay momentos que podrían afectar a espectadores más sensibles, todo lo de cualquier filme de terror, por cierto. Pero pocas veces se ha puesto tanto énfasis en cómo afectan los hechos a sus personajes en lo personal, a partir de los antecedentes que nos ofrecen para captar el contexto y lo que están viviendo los personajes en el momento y a consecuencia de los hechos.

Que se tome su tiempo en presentarnos a cada protagonista y la situación en que se encuentran al inicio de la historia es algo que no se ve seguido en este género, y es un gran punto a su favor.  

Una lástima que, entendiendo las razones por las que pasa esto (hablamos de un filme pequeño, de productores y distribuidores pequeños), este filme haya llegado recién este año, siendo del 2022. Porque resulta imposible incluirla en el ranking de su año de origen, y tampoco hace mucha lógica incluirla en ese en que recién se pudo ver. En un mundo ideal, en una de las dos habría quedado.

***1/2

TALK TO ME

Director: Danny Philippou; Michael Philippou

Intérpretes: Sophie Wilde; Marcus Johnson; Alexandra Jensen; Joe Bird; Miranda Otto

Terror

2022

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el hombre tras el arsenal

Estamos en plena Segunda Guerra Mundial, y el conflicto ha escalado a un nivel mucho más agresivo.

Buscando dar un paso más lejos que el bando enemigo, y adelantándose a éstos, el gobierno de Estados Unidos ha iniciado un proyecto para desarrollar armas nucleares, denominado Proyecto Manhattan, eligiendo para liderarlo al físico teórico J. Robert Oppenheimer (Cyllian Murphy), quien pese a los resquemores que despierta en ciertas esferas por su relación medianamente cercana al comunismo, resulta ser el indicado para dirigir el experimento…

A fines de 2020, y tras una discusión mediática que escaló a niveles insostenibles, Warner Brothers y el director Christopher Nolan pusieron fin a su relación laboral de más de 15 años, luego de que el realizador criticara abiertamente al estudio por el trato que dio a su película Tenet, y por el manejo que se daba a la naciente plataforma HBO Max.

Ni tontos ni perezosos, sabiendo que Nolan es garantía no sólo de filmes taquilleros, sino también que gocen de buena recepción crítica, Universal fichó al realizador dándole todas las libertades posibles. Es en ese escenario en que Nolan se sintió a sus anchas para realizar una idea que lo llevaba años seduciendo: la adaptación de Prometeo Americano, la biografía que Kai Bird y Martin J. Sherwin escribieron en torno a J. Robert Oppenheimer, una de las mentes más brillantes de su tiempo, involucrado en el desarrollo del programa de arsenal nuclear estadounidense.

Tres años después, mientras Warner pasa de un fracaso a otro (tuvo que venir Barbie a salvarles el año), Christopher Nolan convierte a su Oppenheimer no sólo en un éxito de taquilla inédito para un filme de tres horas que ni se sienten y de contenido adulto (para esta fecha ya supera los 900 millones de dólares de recaudación), sino también en una de las grandes películas del 2023. Revanchas que da la vida, dicen.

Estamos no sólo a un tipo de historia que le acomoda perfectamente: factor epopeya más factor ciencia aplicada, cosa que ya vimos que hizo, con cierto éxito, en Interstellar, más una cuota de intriga política para sazonar.

Pero además, sobre todo diría incluso, por el tipo de personaje que Oppenheimer encarna, asunto que también ha sido obsesión para Nolan desde el principio…¿Cómo una de las mentes más brillantes…pero a la vez una de las personalidades más controversiales…de su tiempo, termina encabezando el experimento que terminaría en la creación de una de las armas más destructoras de la historia?¿Cómo vive quien comenzó estudiando los beneficios de la energía nuclear y terminó dándole su uso más destructivo, quedando como héroe en el proceso?

El filme no se queda en la mera reconstrucción de los sucesos que conformaron el Proyecto Manhattan, sino que se mete un poco más profundo, en las consecuencias que deja en la consciencia de su principal gestor, así como en su vida pública y privada. En ese sentido, Nolan cuenta su historia en al menos dos líneas que corren en paralelo. Por un lado, el proceso de Oppenheimer como parte de un proyecto gubernamental. Por otro, los cuestionamientos que debe enfrentar a nivel político, antes, durante y después de su trabajo armamentista, y como el eficaz director que siempre ha sido, Nolan es capaz de manejar estas líneas narrativas sin que se interrumpan, pero dejando claros los puntos en que éstas líneas coinciden, de modo de no olvidarnos que por paralelas que sean estas líneas, sigue siendo una historia única.

Esta manera de contar la historia tiene dos grandes apoyos. Primero, el elenco multiestelar reunido para la ocasión, que funciona no tanto por el poder de convocatoria de Nolan, sino por el muy buen director de actores que es. Otros directores han colapsado con tanto gran nombre en el cast (y ya estaría bueno que la Academia creara de una buena vez la categoría de Mejor Elenco).

El otro factor está en la buena combinación entre los diversos aspectos técnicos de la película: desde el diseño de producción, pasando por el apartado de efectos especiales y la cuidada reconstrucción histórica, hasta el montaje final. Apelando a una frase futbolística, aquí se puso “toda la técnica al servicio del espectáculo”, en cuanto Nolan, sabiendo lo detallista que es en lo material, no olvida que más allá de eso hay una historia que contar.

Quién lo diría, la historia de un hombre cuya creación puso en jaque a la humanidad, ha sido una de las que ha terminado salvando a la industria en uno de sus años más duros. Y es que al final, Oppenheimer está aquí para recordarnos que el público, más allá de repetirse fórmulas, lo que quiere son grandes historias.

****

OPPENHEIMER

Director: Christopher Nolan

Intérpretes: Cyllian Murphy ; Robert Downey Jr; Emily Blunt; Matt Damon: Florence Pugh; Josh Harnett; Casey Affleck; Rami Malek; Kenneth Branagh; Benny Safdie; Jason Clarke; Tom Conti; David Dastmalchian; Alden Ehenrich; Matthew Modine; Gary Oldman

Biográfico/Suspenso/Bélico

2023

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reacciones entre opuestos

Finalmente, llegó el día en que Ember Lumen atenderá, sin ayuda de nadie, la tienda que sus padres, que hace años llegaron desde Tierra de Fuego a Ciudad Elemento, mantienen en el corazón del barrio fueguino. Sin embargo, la presión es demasiada y Ember no tarda en sufrir un ataque de nervios, acelerando una fuga de agua que compromete la plomería de la casa, y la subsistencia de la tienda.

Con el tiempo en contra, Ember debe evitar que el Ayuntamiento clausure la tienda por estas fallas estructurales, para lo que acude a un joven y sensible inspector municipal de agua llamado Wade,  encuentro que lleva a la chica a preguntar si ésta es en realidad la vida que desea…

Lo he dicho más de una vez las últimas semanas: este es un año maldito para los grandes estudios, y la mala fortuna de varios estrenos de esta temporada no dicen relación con la calidad de los mismos.

Lo digo porque a partir de la floja taquilla de Elementos, la más reciente producción de Pixar, se ha empezado a hablar, con mucha soltura de lengua, de la “decadencia” del estudio de la lamparita. Cierto, hace un año se cayeron feo con Lightyear y Elementos ha tenido un paso irregular por boletería, pero hablar de decadencia es puro clickbait, y del más flaite.

Si, puede que ésta, la primera película netamente romántica del estudio, esté lejos de ser una obra maestra, pero Pixar de esas ya ha hecho hartas (casi todo lo que hizo entre 2001 y 2010, y algunas más con posterioridad) y puede volver a hacerlas cuando se le cante. Sacándonos esa idea preconcebida, nos queda claro que estamos ante una película que funciona muy bien.

Para ser primera vez que Pixar incursiona directamente en lo romántico, por mucho que se trate, como han criticado por ahí, de un argumento genérico (romance entre personajes opuestos e incompatibles) es posible que lo sea así en su origen, pero no en la forma en la que se está contando, la cual resulta a la perfección cuando tomamos este relato base y la insertamos en lo que el estudio acostumbra desarrollar en sus filmes.

No sólo en lo meramente formal y audiovisual, en lo que Elementos es un deleite de principio a fin (los diseños de ciudad Elemento son impresionantes, y el trabajo artístico, en la construcción y diseño de los personajes principales llega a ser sobrecogedor) sino también en cuanto sazona este romance con los conceptos habituales del cine Pixar.

Familia y legado, representada por la relación entre Ember y su padre, que sirve de base para tratar otro habitual tópico pixariano: lo que se siente que el mundo espera de uno y lo que uno espera de sí mismo, y cómo esto influye en las relaciones interpersonales. A la larga, asumir la gerencia de la tienda familiar es para lo que Ember se ha preparado toda la vida, pero, por un lado, ¿podrá cumplir con las expectativas?¿Es realmente lo que ella espera para sí misma?¿Puede tener sueños propios sin arruinar los de la gente que la quiere? ¿Es sano guardarse lo que se siente, se piensa o se desea, sólo para contentar a los demás?

Pero hay un asunto no menor tratándose aquí: las diferencias naturales entre las personas, así como los prejuicios, tanto los que se tienen como los que se sufren. Es un tema que se trata sobriamente, sin sermones ni panfletos, demostrando que la convivencia es posible, si no esforzamos en ello. Esto es un mérito que le podemos dar al director del filme, Peter Sohn, hijo de una familia de inmigrantes coreanos, que deja gran parte de sus experiencias plasmados en pantalla.

La combinación de todos estos aspectos nos da un resultado que cumple con creces. Si, tal vez inevitablemente asociemos las expresiones “Pixar” y “obra maestra”, pero a veces es bueno bajar del Olimpo para no perder la perspectiva y hacer las cosas simplemente bien. También nos sirve.

***3/4

ELEMENTAL

Director: Peter Sohn

Animación

2023

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salir del caparazón

Luego de haber sido bañados por una extraña sustancia verde, cuatro bebés tortugas fueron adoptadas por una rata de las alcantarillas de Nueva York que también fue alcanzada por el líquido que, con el tiempo, los hizo adquirir características humanoides.

Quince años después, las tortugas conocidas como Leonardo, Donatello, Miguel Angel y Rafael, sienten que su padre adoptivo, Splinter, un anciano un tanto resentido con la especie humana, los ha tenido demasiado tiempo escondidos y sienten que tienen mucho que aportar a la sociedad..

Las Tortugas Ninja son de esos hitos de la cultura pop que se las han arreglado para mantenerse vigentes y seguir captando fans por cientos en cada generación. Y como tal, han llegado al cine varias veces. Luego de su gran debut en 1990, que fue grito y plata a nivel mundial,  vinieron dos secuelas cada una más olvidable que la anterior (la tercera incluso salió sólo en video). En 2006 tuvieron un retorno animado bastante digno, y en 2014 fueron víctimas de un crimen perpetrado por Michael Bay que se mantiene impune.

Este año, las Tortugas han vuelto, nuevamente en el formato animado. Y si bien Tortugas Ninja: Caos Mutante puede no estar al nivel del primer filme de 1990, lo cierto es que repara en gran medida los daños derivados de los filmes de Bay y le hace harta justicia a los héroes con caparazones.

Y aunque las opiniones entre los fans han sido bastante diversas, hablando con la libertad del no fan, debo decir que esta actualización me ha gustado mucho, partiendo por algo evidente: lo mucho que sus realizadores aprendieron de filmes fundacionales a esta altura como Spiderman: Into The Spiderverse, o Los Mitchells contra las Máquinas.

Pero no sólo en lo estético y técnico, sino también en lo temático, en cuanto filme coming-of-age y tratando el tema del conflicto generacional y la sobreprotección: lo que mueve a nuestras tortugas favoritas a salir al mundo, más allá del heroísmo y la popularidad, es tener una vida más allá de las cloacas. No porque tengan una mala vida, o pasando carencias, simplemente para conocer lo que hay más allá, descubrirlo y hacerse un lugar en él.

Habla también sobre aprender a confiar en otros, lo que se refleja en dos personajes: primero, en un Splinter (me gustó eso de quitarle la historia de maestro de artes marciales convertido en roedor, para convertirlo en un roedor antropomorfo con problemas para aceptar a la especie humana) adquiriendo consciencia de que los hijos en algún momento crecen y tiene que aprender a soltar y a transmitirles la confianza suficiente para enfrentar el mundo que se les abre. Y aprender a conocer el mundo.

El segundo personaje en abordar este tema es April 0’Neill, cuya reconstrucción en estudiante medio perdedora con ansias de convertirse en reportera estrella (me sorprende que no estén los fulanillos sin vida de siempre, reclamando porque dejaron de lado a la chica sexy de las versiones anteriores, aunque en honor a la verdad no es primera vez que rediseñan al personaje, dejando de lado ese factor) me resulta del todo adecuada con el tono coming-of-age del filme.

El punto bajo corre por el lado de los villanos. Es cierto, es sano que en las películas se opte por villanos menos obvios que el principal. Pasó en Man Of Steel y Zod, en The Batman con Acertijo, y pasa aquí también con Baxter Stockman y Superfly, quienes ocupan este rol en lugar del Shredder.

El problema es que queda como una mera excusa para explicar el origen de las tortugas y para que éstas den el paso lógico: todo héroe necesita un villano y una hazaña que realizar para poner a la gente de su lado, y aunque este filme los tiene, aparecen como meramente utilitarios.

Con todo, y aún cuando no escapó de la gran tendencia del 2023 (la taquilla floja) Caos Mutante es una renovación necesaria, que rehabilita el legado de las tortugas con antifaz de su pobre última pasada por cines, y las acerca a los nuevos públicos en un lenguaje que entienden.

*** 1/4

TEENAGE MUTANT NINJA TURTLES: MUTANT MAYHEM

Director: Jeff Rowe

Animación

2023

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la última aventura

Para el año 1969, con el hombre recién llegado a la luna, la arqueología se ha vuelto una ciencia anacrónica y aburrida. Y el profesor Henry “Indiana” Jones (Harrison Ford) comparte esa sensación.

Desencantado de la vida y de su profesión, alejado de su familia sin muchas ganas de nada, Jones vive su último día como docente antes de jubilar, instancia en la que es visitado por su ahijada, Helena “Wombat” Shaw (Phoebe Waller-Bridge), hija de su viejo colega Basil (Toby Jones), quien está en la búsqueda del llamado Dial de Arquímides, o Anticitera, reliquia que obsesionó a su padre hasta el día de su muerte.

Jones sospecha de las intenciones de Helena para con la reliquia, especialmente cuando descubre que tras la pista de la pieza existen otros personajes no precisamente escrupulosos..

No vamos a intentar analizar los pobres resultados en boletería de Indiana Jones y el Dial del Destino. Ya he dicho que 2023 es un año maldito para las superproducciones, más allá de la calidad de las mismas.

Lo que si tenemos que conversar es si este quinto filme del aventurero creado por Steven Spielberg y George Lucas como su propia versión de James Bond, y encarnado por Harrison Ford es un buen filme, considerando que desde el principio se dijo que sería el final, cinematográfico al menos, de un personaje con cuatro décadas de historia. Que la dirección del filme haya recaído en el siempre eficaz James Mangold, que algo sabe de filmes de despedida (Logan, 2017), daba algo de confianza.

Respondiendo la pregunta, en cuanto filme de aventura, sí lo es, muy por sobre el estándar. En cuanto cinta de Indiana Jones, si bien no alcanza el nivel glorioso de Los Cazadores del Arca Perdida o La Última Cruzada, funciona bien. Quizás como final de saga no sea todo lo épica, lo extraordinaria que un capítulo final para un personaje de esta trayectoria, pero es un final digno y correcto de todos modos.

Esta sensación se funda en lo fiel que ha sido Mangold al manual de cómo contar una historia de Indiana Jones concebido por sus creadores. Puede que Dial.. sea un filme genérico, pero es una historia coherente con el contexto general del universo Indy.

Otro punto a favor está en las actuaciones, partiendo por la muy buena construcción de un Indiana Jones frustrado con la vida y con su vocación, muy acorde con el contexto histórico en el que se encuentra inmerso (¿quién quiere pensar en desenterrar fósiles, cuando el hombre ya fue y volvió a la luna?¿qué tiene que hacer un viejo que ha dedicado su vida a eso en este escenario?). Eso hace más fuerte el contrapunto entre el protagonista y el entusiasmo de su discípula, Helena, por ponerse en marcha, por mucho que sus intenciones no sean precisamente las más loables.

Párrafo aparte merece el siempre impecable Mads Mikkelsen, encarnando al malévolo Doctor Voller, un inescrupuloso personaje que también ha fijado su vista en la reliquia, especialmente en cuanto nos damos cuenta que sus objetivos van mucho más allá de ponerla en una vitrina o venderla en el mercado negro. Mikkelsen se hace cargo de los mejores pasajes del filme.

¿Qué impide, entonces, que esta película se alce como el evento que está llamada a ser? Aparte de personajes y conceptos que no encajan ni con fórceps (lo siento, Teddy, pero no eres Short-Round) tenemos el problema de un último acto que se alarga más de la cuenta, unos cuantos Deus-Ex-Machina evidentes y elementos fantásticos que no encajan con la lógica de Indy. Si, es cierto que los hubo en el pasado (Indy atrapado por un encantamiento vudú, Indy entrevistándose con un templario) pero no en la magnitud que en este filme, que resulta contraproducente.

Asumiendo que, más allá de lo que pase con el personaje en el cómic, la literatura o los videojuegos, el Indiana Jones del cine llega hasta aquí, ya que simplemente no se puede concebir un Indy que no sea Harrison Ford. Repito que es una despedida digna, no extraordinaria (aunque reconozcamos, Ford ya ronda los 80 años y no está para ciertos trotes y forzarlo a vivirlos, perjudicaría a la credibilidad del filme), pero es una despedida adecuada.

Lo otro sería seguir estirando el chile, sin saber cómo, y tenemos ejemplos de sobra de lo que pasa cuando se estira tanto. Indy no merece eso.

***

INDIANA JONES AND THE DIAL OF THE DESTINY

Director: James Mangold

Intérpretes: Harrison Ford; Phoebe Waller-Bridge; Mads Mikkelse; Toby Jones; Antonio Banderas; Ethan Isidore; Boyd Holbrook; Shaunette Renee Wilson; Karen Allen:; John Rhys-Davies

Aventuras

2023

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