Tratando de zafar de los muchos años de prisión que le esperan por sus diversos delitos, William O’ Neal (Lakeith Stanfield) accede a la oferta que le hace el FBI, de infilitrarse en el cada vez más potente movimiento de los Panteras Negras.
O’Neal accede y de a poco se va acercando más a Fred Hampton (Daniel Kaluuya), líder del movimiento, ganando la confianza del activista, lo que le acarrea más de un problema porque al mismo tiempo que va conociendo el funcionamiento de la organización, se entera de lo que puede suceder si su rol como espía es descubierto…
Lo que son las cosas, ayer estaba viendo El Padre, la más antigua de las películas nominadas al Oscar este año, y hoy estaba viendo la más reciente. Estrenada a principios de 2021, Judas y el Mesías Negro alcanzó justo a entrar en la temporada de premios, y ya se ha apuntado unos cuantos.
Este sentido de la oportunidad no sólo se puede asociar con quedar en la temporada de premios en el momento preciso, sino también el contexto histórico en que tiene lugar: en el mismo año del caso de George Floyd y el Black Live Matters. Un filme que repasa un evento que marcó un hito dentro de la historia de reivindicaciones de la población afroamericana, no pudo venir en mejor momento.
Así las cosas, la película funciona muy bien como drama político, apoyado en un muy buen guión, bien documentado, apoyado en material audiovisual de la época (eso la emparenta con El Juicio de los 7 de Chicago, filme con el que se relaciona en más de un punto).
Pero no se queda en eso, el trabajo de Shaka King como director logra un muy buen cometido en el plano policial. Aunque aparentemente tenemos la clásica historia del infiltrado que termina involucrándose más allá de lo que exige el deber, tenemos a un personaje, O’Neal, que tanto se gana la confianza de sus vigilados, que pone en entredicho sus propias convicciones y lealtades, al mismo tiempo que sus inseguridades personales.
A cualquiera de los bandos a los que les falle, pone algo en juego. Si fracasa, termina en la cárcel. Si es descubierto, puede darse por muerto..
Lo bueno es que ambos aspectos del filme, el policial y el político, no se contraponen, sino que se complementan. Y eso, en el trabajo debut de su director en el campo del largometraje, tras varios años dedicado a las series y documentales, es para valorar.
El gran valor agregado de este filme está en sus protagonistas. En lo que va de la temporada de premios, entre Stanfield y Kaluuya se han repartido galardones, y en una cruel coincidencia del destino, ambos compiten por el Oscar a Mejor Actor de Reparto (si el factor emocional relacionado con Chadwick Boseman, ver en la columna de rigor, no fuera tan fuerte, Kaluuya iba fijo como Actor Principal). Uno de los dos se lleva el premio, pero nos va a dejar la sensación amarga de que uno va a quedar con las manos vacías.
Eso es lo que se siente cuando uno está ante una película que funciona tan bien.
***3/4
JUDAS AND THE BLACK MESSIAH
Director: Shaka King
Intérpretes: Lakeith Stanfield; Daniel Kaluuya; Jesse Plemons; Dominique Fishback; Algee Smith; Martin Sheen
Drama/Suspenso/Política
2021
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