Hace tres años, Creed no sólo nos trajo de vuelta y dio una actualización necesaria y justa para uno de los personajes más entrañables del cine, Rocky Balboa (Sylvester Stallone), sino además nos introdujo a un nuevo personaje, Adonis Creed (Michael B. Jordan) como una suerte de justo sucesor del querido púgil ítaloamericano.
A propósito del estreno de Creed II esta semana, y porque nunca está de más recordarlo, un repaso por la historia fílmica del universo Rocky, una saga que si uno puede ver sin derramar una lágrima, aunque sea una sola, lamento decirle que es un desalmado. Partamos.
ROCKY
(John G. Avildsen, 1976)
Rocky Balboa es un joven de Filadelfia, sin mucho futuro que cobrar deudas para un usurero local, y que tiene una carrera dentro del box amateur que no va para ninguna parte, cosa que lo ha distanciado de su amigo Mickey Goldmill (Burgess Meredith), ex boxeador y entrenador, luego de que éste le enrostrara su falta de disciplina y voluntad de surgir. Mientras, ha comenzado a verse con Adrienne (Talia Shire), tímida dependienta de una tienda de mascotas, y hermana de su amigo Paulie (Burt Young).
Paralelamente, el campeón mundial de todos los pesos, Apollo Creed (Carl Weathers) se entera que su siguiente retador se ha lesionado la mano, y no podrá pelear en el combate pactado para Año Nuevo, a menos de dos meses de la fecha. Buscando desesperadamente otro retador (ningún profesional está disponible con tan poco tiempo), revisa la escena amateur, enterándose de los logros de Rocky en el medio. Ello le da la idea de enfrentar al ítaloamericano, conocido en el medio como el Semental Italiano, para su lucha estelar.
Nadie, ni el más optimista, esperaba ver la tremenda lucha que el amateur brindaría ante el campeón mundial.
Metáfora de la vida, acerca de como enfrentar los golpes que ésta nos brinda, y que las claves para salir del fondo están en uno mismo, Rocky es una de las sorpresas que nos da de vez en cuando el cine. Oscar a la Mejor Película de 1976, así como Mejor Director y Montaje, y un sinfín de reconocimientos y otros premios, la convirtieron rápidamente en una de las grandes obras del cine contemporáneo.
ROCKY II
(Sylvester Stallone, 1979)
Aunque perdió la pelea contra Apollo por decisión de los jueces, y con la advertencia de que podría perder un ojo a consecuencia del combate, Rocky siente que ya tuvo todo lo que el box le podía dar en su vida. Se casa con Adrienne, pero las cosas no van muy bien: la bonanza económica resultante del combate con Apollo no dura mucho, y Rocky debe pasar por trabajos menores para sostener a su familia, ya que Adrienne está embarazada.
Apollo tampoco la pasa muy bien. La prensa deportiva cuestiona su victoria ante Balboa, por puntos luego del tremendo combate ofrecido por el novato, y busca que Rocky acepte ir por la revancha. Aunque al principio se niega, la necesidad, el orgullo y la certeza de que el único lugar en que se siente pleno es el ring, Rocky finalmente accede. Y esta vez, el combate no acaba hasta que sólo uno de los dos quede en pie.
Otra que mata el mito que las segundas partes no son buenas. Esta secuela, la primera de Stallone como director, mantiene el ritmo, el tono y el espíritu de la primera, y si bien tuvo una excelente taquilla, no tuvo la misma presencia a nivel de premios que la anterior.
ROCKY III
(Sylvester Stallone, 1982)
Tras vencer a Apollo Creed por el título mundial, la carrera de Rocky va en alza, gracias a una interesante seguidilla de victorias, éxito financiero y popularidad. Cegado por el éxito, no advierte la ascendente carrera de Clubber Lang (Mr.T) un púgil que ha ido arrasando con cada rival que ha enfrentado, principalmente por su agresividad en el ring. Más temprano que tarde, Lang desafía a Rocky quien, provocado por los insultos del aspirante, accede.
Mickey intenta que Rocky se retracte, ya que, a diferencia de los rivales que ha enfrentado los últimos años, Lang es un boxeador de otro nivel, que sí tiene hambre de éxito, y sí está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias. Así, Lang apalea a un Rocky sin capacidad de reacción, quien además está distraído por un infarto que sufre su viejo entrenador, minutos antes del combate, y falleciendo en minutos.
Frustrado con el boxeo y consigo mismo, sobre todo por no haber hecho caso a Mickey, Rocky está deprimido. Sin embargo, alguien que ha sido parte importante de la vida reciente del semental italiano vuelve, para ayudarlo a recuperar el orgullo y el hambre de triunfo, a cambio de un pequeño favor: Apollo Creed.
ROCKY IV
(Sylvester Stallone, 1985)
Recuperado el campeonato y su fe en el box, y bajo la guía de Apollo, Rocky comienza una nueva etapa en su carrera, ya vislumbrando pelear un par de años más y retirarse en la cresta de la ola. Por eso, cuando el boxeador ruso Ivan Drago (Dolph Lundgren), arriba a Estados Unidos como parte de su exitosa gira mundial, y consciente de las enormes diferencias entre ambos (edad, físico, preparación), Rocky declina la oferta de enfrentarlo. Sin embargo, Apollo, deseoso de probar que aún tiene mucho que mostrar en el ring si acepta el desafío.
Desafío que le cuesta la vida: antes del primer round, la paliza que Drago propina a Creed es tal, que fallece en el ring.
Poco tiempo después, y sintiéndose culpable de la muerte de su amigo, Rocky accede a viajar a Rusia y cobra la revancha correspondiente ante Drago, aunque sabe que necesita algo más que mera fuerza de voluntad para salir airoso del desafío.
A título personal, éste me resulta el capítulo más flojo de la saga. Cierto, pasan cosas importantes, pero en general, este capítulo parece más hecho como propaganda, en los últimos estertores de la guerra fría, que como película propiamente tal.
ROCKY V
(John G. Avildsen, 1990)
Aunque salió victorioso de su combate con Drago, las lesiones sufridas durante el combate llevan a Rocky a adelantar su retiro, pese a la oferta que un promotor, George Washington Duke (Richard Gant) le ofrece darle una oportunidad titular a su nuevo pupilo Union Cane, lo que Rocky rechaza, dejando el campeonato vacante.
Las cosas no van tan bien como parece: el administrador a cargo de las finanzas de Rocky, recomendado por Paulie, le ha quitado hasta el último centavo, dejándolo en bancarrota. Obligado a vender lo que tenía, Rocky, Adrienne, Paulie y Robert, su hijo(Sage Stallone) deben volver a Filadelfia. Adrienne vuelve a la tienda de mascotas de su juventud, y Rocky, a falta de otras opciones, reabre el gimnasio de Mickey, donde recibe a un joven aspirante llamado Tommy Gunn (Tommy Morrison).
Rocky ve en Tommy una suerte de sucesor en quien reflejarse, y prácticamente destina todo su tiempo a entrenarlo, postergando a su familia en el proceso. Gunn comienza a cosechar sus primeros éxitos, pero es ambicioso y quiere llegar al campeonato rápidamente. Por eso, ignora los consejos de Rocky y lo abandona, para ser representado por George Washington Duke.
La más floja de la saga, en términos de taquilla, y una de las más criticadas. Sin embargo, creo que le dan demasiado duro. Es cierto, da la impresión que fue hecha para no dejar al personaje en el aire, y que el final que le dieron a la historia, en cuanto cierre de saga, parece hecho a la rápida, pero tiene sus momentos. A mi, al menos, me gusta más que la 4.
ROCKY BALBOA
(John G. Alvidsen,2006)
Han pasado más de quince años desde su última aparición pública, y la vida de Rocky ahora consiste en administrar su restaurant, en el corazón de su viejo barrio de Filadelfia, visitar la tumba de Adrienne, victima de cáncer, tratar de reconstruir la distante relación con su hijo Robert, ahora un promisorio ejecutivo (Milo Ventimiglia), y compartir un trago de vez en cuando con un anciano Paulie. Hasta ha comenzado a relacionarse con Marie (Geraldine Hugues) a quien conoció de adolescente en el barrio, y le advirtió que no debía juntarse con malas compañías, cuando la contrata como recepcionista en su restaurant. El boxeo, para Rocky, es pasado.
Dentro del cuadrilátero, el campeonato de todos los pesos es actualmente ostentado por Mason Dixon (Antonio Tarver), cuyo estilo de combates rápidos, ha sido criticado por el público, por aburrido, y se convence de que necesita rivales que le den más pelea, para ofrecer un espectáculo mejor, en especial luego de que en una simulación computacional, exhibida en televisión, en un hipotético combate, Rocky Balboa ganaría por mucho a Dixon, lo que da una idea a sus representantes.
Aunque Rocky se muestra reticente a volver a subirse a un ring, la insistencia de Dixon por un combate de exhibición, así como la sensación de que nunca tuvo una despedida como corresponde, lo llevan a cambiar de idea, y solicitar la licencia médica para un último match.
Todos los sinsabores que había dejado Rocky V, quedan enterrados con la muy buena acogida que este retorno tuvo, celebrando que, en su despedida, personaje y saga reencontraban su verdadero espíritu, en cuanto historia de superación y redención. Muy buen fin de saga…o eso nos hicieron creer.
CREED
(Ryan Coogler, 2015)
Pocos años después de la muerte de Apollo Creed, su viuda, Mary Anne (Phylicia Rashad) ha dado con el paradero de un hijo extramarital del difunto, Adonis, y accede a tomarlo bajo su tutela.
Casi dos décadas después, y aunque ha recibido muy buena educación y goza de muy buenas ofertas de trabajo, Adonis (Michael B.Jordan) se ha ido interiorizando en la carrera deportiva de su padre y, en secreto, pelea en ligas amateur de boxeo y hasta en ligas clandestinas, donde siente que el pugilismo es su verdadera pasión, que oculta sabiendo los malos recuerdos que para su tutora trae este deporte.
Sin embargo, Mary Anne accede a darle una oportunidad para probar suerte en el box, y así darse el gusto. Tras fracasar en entrar a una escuela local, Adonis viaja a Filadelfia, y busca al único que podría entender su pasión, y enfocarla debidamente: Rocky Balboa.
El italoamericano, que tras la muerte de su mujer y de su amigo Paulie, y la partida de su hijo fuera del país, vive sólo para su restaurante y rechaza la petición de Adonis por entrenarlo, pero cambia de idea cuando va conociendo mejor al muchacho, advierte su pasión, y que no hay nada que pueda impedir que ese talento que lleva en la sangre salga a flote.
Y se nos vino encima Creed II, nuevamente con Jordan y Stallone a la cabeza, enfrentando un nuevo desafío, proveniente de Rusia y que, para Rocky, traerá más de un doloroso recuerdo..bueno, habrá que ir viendo.
Ojalá que dure en cartelera, ya que viene con varias semanas de atraso.
fretamalt@hotmail.com @panchocinepata (Twitter/Instagram)