el precio de crear

Aunque goza de gran prestigio en el entorno literario y académico, el escritor Thelonius “Monk” Ellison (Jeffrey Wright) tiene un problema: sus obras no se venden, ya que, según su editor, su estilo es “poco afroamericano” y le sugiere escribir más en este sentido si quiere asegurar algún futuro en las letras.

Aunque soltero y sin hijos, la repentina muerte de su hermana y el divorcio de su hermano, obliga a Thelonius a hacerse cargo de su madre, víctima del alzheimer. Incapaz de solventar los gastos que dicho mal genera con sus ingresos, no le queda otra que inventarse un alter-ego radical y en problemas con la justicia, para escribir una novela sobre criminales…

Durante la década de los ’90, Alberto Fuguet, Rodrigo Fresán, Edmundo Paz Soldán y otros escritores trajeron a la literatura americana un auge pocas veces visto, pese a las no pocas veces que fueron vapuleados por la cátedra  de expertos que cuestionaban a estos autores por lo “poco latinoamericano” de los contextos en que hacían transcurrir sus historias.

Claro, seguro que en Latinoamérica no hay McDonads ni autopistas, ni usamos celulares. Seguro que en Latinoamerica todos vivimos en cabañas en copas de árboles, con leopardos paseando por el centro del poblado, rodeado de campos de flores amarillas y con abuelas volando cual dron…ahh, la herencia del boom.

En eso estaba pensando mientras veía American Fiction, la décima de diez nominadas a mejor película para el Oscar este año. Quiso el destino que fuera la última, aunque honestamente, pensaba pasarla de largo, hasta que empecé a ver las flores que gente de fiar le estaba tirando…y que bueno que haya pasado así. Evité cometer un grave error.

Porque si bien está muy lejos de ganar el premio a la película del año, según la Academia (aunque podría dar la sorpresa como mejor guión adaptado, a partir de la novela de Percival Everett, Erasure), si debe estar entre lo más ingenioso que hemos visto en mucho rato.

La cinta, responsabilidad de Cord Jefferson en su filme debut tras unos cuantos años en televisión (Watchmen, The Good Place), aborda con no poco humor negro el problema que más de un creador aborda en algún punto de su carrera como tal: buscar el equilibrio entre el valor artístico de la obra versus responder a las expectativas del medio en que se desenvuelve.

Es el problema que vive Thelonius Ellison, a.k.a. Monk, nuestro protagonista, respetado en la comunidad académica y literaria, hasta que su editor le pone la soga al cuello para hacer una literatura más estereotipada, algo que parece importarle poco, aun cuando a sus conversatorios en ferias del libro no convoquen a más de 15 personas, y deba mirar desde lejos la posición de Sintara Golden (Issa Rae), la escritora del momento, cuya narrativa precisamente enfatiza en la triste situación de los pueblos africano (pobreza, desnutrición, abusos de poder, guerra) y afroamericano (violencia, crimen, narcotráfico).

Esa literatura que de vez en cuando se pone de moda, y hace que las librerías estén decoradas con lanzas, máscaras de guerra, cuadros de Martin Luther King y Malcom X, además de mucha música étnica sonando. Monk, muy a regañadientes, y empujado por las circunstancias, se tiene que tragar su orgullo y publicar no lo que él quiere, sino lo que el público (o al menos eso le dice su editor) prefiere…y cede. Lo peor es que funciona.

Por como se cuenta la historia, esta película podría ser perjudicial para algunos aspirantes a escritores, pero la dura realidad es así. No es bonito, lo sé, pero es lo que hay. Podríamos pasar horas pensando en qué o quién ha llevado las cosas a este punto (los autores?¿las modas y la industria cediendo ante ellas?¿el lector que no sabe decidir por sí mismo y toma no más lo que le ofrecen?)pero eso no cambiará el hecho. La industria editorial, como la musical o cinematográfica, es eso antes que nada: industria, una entidad destinada principalmente a generar ingresos, en la que de repente se hace arte.

De repente, como este 2023, que si bien por un lado trajo la caída de las superproducciones, por otro terminó siendo una temporada privilegiada, reflejada en que las 10 nominadas al Oscar a Mejor Película, independiente de que a uno les hayan gustado más o menos, todas se pueden considerar buenas películas, ninguna sobra, nadie anda diciendo que la nominaron porque sí, y gane quien gane, la sensación será positiva.

Y esta película consiguió quedar entre ellas, lo que por donde se vea, es un triunfo.

***1/2

AMERICAN FICTION

Directror: Cord Jefferson

Intérpretes: Jeffrey Wright; Tracee Ellis Ross; John Ortiz; Erika Alexander; Leslie Uggams; Adam Brody; Issa Rae; Sterling K. Brown

Comedia dramática

2023

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la maldad que vive al lado

Polonia, 1943.

El comandante alemán Rudolf Höss (Christian Friedel), su esposa Hedwig (Sandra Huller) y su familia, viven una vida bastante apacible en una considerable casa de campo cerca de la instalación militar en que el padre de familia ejerce su cargo.

Esta instalación corresponde al campo de prisioneros de Auschwitz, y la misión de Höss es decidir el destino del creciente número de prisioneros judíos que son recibidos en dicho campo…

Se dice que para entender bien la historia, hay que conocer las dos versiones, la del vencedor y la del vencido. No sé si eso ha funcionado en el estudio de los hechos históricos, pero en el cine sí ha dado resultados: Sin Novedad En El Frente se adjudicó, entre otros premios y nominaciones, el Oscar a la Mejor Película Internacional, y este año está pasando otro tanto con La Zona de Interés, filme basado tangencialmente en la novela del mismo nombre de Martin Amis, y dirigido por Jonathan Glazer, un director formado en el videoclip, que no filmará muy seguido (su anterior filme, la interesante Under The Skin, data de 2013), pero cuando filma, deja la sensación de que vale la pena esperar.

Prueba de ello es la suma de premios y nominaciones que ha alcanzado, y que es el filme mejor posicionado para ganarse el premio a la mejor película en habla no inglesa en un par de semanas más.

Aunque hay que hacer una precisión fundamental: Sin Novedad.. ponía el énfasis en el soldado raso, en el joven cuya gran meta en la vida es hacer carrera defendiendo su país, sin profundizar mucho en sus motivaciones (lo que en un juicio de guerra le puede servir de atenuante..ya saben, la vieja y confiable “cumplía órdenes”). La Zona.. enfoca en el que da esas órdenes, que para darlas tiene que estar al tanto de lo que pasa, y que está en pleno conocimiento de los motivos que mueven a su bando.

Tal vez el real Rudolf Höss no sea un nombre de esos que se vienen a la mente de inmediato cuando se piensa en el III Reich (Hitler, Himmler, Goebbles, Mengele, en fin) lo que no quita que ostente un infame lugar en la historia, al ser uno de los hombres fuertes del campo de concentración de Auschwitz, lugar maldito entre lugares malditos.

Así las cosas, la Zona…es un manual de cómo se vive tranquilamente y sin alterarse cuando uno no se da cuenta…o no se quiere dar cuenta…de las atrocidades que se cometen en la siguiente cuadra.

Por explicarlo de alguna forma, y guardando las proporciones,  imagina que en la gloriosa Parásitos, la cinta con que Boon Jon Ho tocó el cielo en 2019, contara la historia desde el punto de vista de la familia rica, esa que encuentra que todo es increíble porque les importa un cuerno lo que pase saliendo de la casa.

Glazer humaniza al III Reich y sus adherentes, pero ojo. No entendamos humanizar como justificar las barbaridades que se cometieron amparados en órdenes superiores o es algo que los demás también hacían. En este filme se humaniza en cuanto se da rostro, nombre y apellido a la maldad, como para que entendamos que está puede residir en personas de carne y hueso que tenemos muy cerca, gente como cualquiera de nosotros, capaces de lo peor sólo porque tienen el poder para hacerlo.

Es la maldad encarnada, viviendo en la casa de al lado.

Ni Höss, ni su mujer, ni sus allegados más próximos pueden alegar que ignoraban lo que pasaba en el campo, ni que cumplían órdenes. Lo tenían clarísimo, para eso estaban, sacaron provecho de ello, y les importaban mil rábanos los heridos y muertos que dejaran en el camino.

Si eso no les parece estremecedor, porque fue hace mucho, paso muy lejos y ve difícil que algo así pase ahora, es que ustedes están hechos de granito, y tenemos enormes diferencias no sólo cinéfilas, sino también humanas y morales, lo que es una pena.

***1/2

THE ZONE OF INTEREST

Director: Jonathan Glazer.

Intérpretes: Christian Friedel, Sandra Hüller; Max Beck; Julia Polaczek

Drama histórico

2023

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las verdades tras la verdad

En su casa de montaña ubicada en los Alpes Franceses, a la que se trasladaron luego de que su hijo Daniel (Milo Machado-Graner) sufriese un accidente que redujo considerablemente su capacidad visual, la novelista Sandra Voyter (Sandra Huller) cierra una entrevista con una estudiante de periodismo, mientras el menor recorre los alrededores junto a su perro, Scoop. Cuando éste regresa, encuentra a su padre, el profesor Samuel Maleski (Samuel Theis) muerto, en el frente de la casa, tras haber caído desde el ático.

Aunque la autopsia no arroja resultados concluyentes, sí indica que la caída no fue accidental, y considerando las declaraciones contradictorias de madre e hijo que hacen sospechar a los investigadores, la Fiscalía no tarda en acusar a Sandra como responsable del hecho, y el juicio se convierte en asunto de interés público…

Me falta por ver dos de las diez películas nominadas este año al Oscar a Mejor Película. Y si bien este año tenemos un gran favorito, que a estas alturas sería imposible que no se llevara el gran premio, estamos ante un lindo cierre de temporada de premios:

Todas las películas,  más allá de lo que a uno personalmente le guste más o menos, están muy buenas. Todas están en cartelera, y todas tienen gente dispuesta a pagar una entrada por verlas (lo que después de un 2023 en que los blockbusters fueron a pique, es una señal de esperanza).

Ahora, lo que no entiendo, y sin desacreditar a Anatomía de una Caída como una de esas diez nominadas, es porque no fue nominada también como Mejor Película Internacional, algo que ya ha pasado antes (Roma, en 2018 y Parásitos, en 2019, esta última ganando en ambas categorías), y con el antecedente de haberse adjudicado la Palma de Oro en el último Festival de Cannes, sin negar sus méritos para estar entre las finalistas a mejor película, tenía más posibilidades entre las cinco de habla no inglesa.

Como quiera que fuese, gane o no gane (aunque ya suma en su palmarés, entre otros el Golden Globe y el Critic’s Choice Award como mejor película extranjera y el Goya como mejor película Europea), injusticia aún más inexplicable es que el cuarto largometraje de la directora Justine Triet hubiese pasado inadvertido, porque de funcionar, funciona, ya sea en una de las dos facetas que adopta.

Por un lado, tenemos el drama judicial/policial derivado de la muerte que da pie a esta historia, en el que todo funciona muy bien: un cuerpo, una muerte que resolver, las sospechas que de ella nacen, una persona en quien recaen esas sospechas, un procedimiento de investigación, un proceso, en fin, todo para ir construyendo una verdad absoluta a partir de las pequeñas verdades individuales y aparentes que la van alimentando. En este apartado, todo está en su lugar y funcionando como debe.

Eso es la superficie, por decirlo de algún modo. Donde Triet pone el énfasis es en el drama humano que esa muerte trae detrás. Tenemos claro que la muerte de Samuel, la que da pie a nuestra historia, estuvo lejos de ser una casualidad, y al margen de si fue suicidio u homicidio (eso lo cubre todo lo que dijimos en el párrafo anterior), es preciso conocer lo que llevó hasta ahí.

Ese punto de partida está en una familia fracturada…o compuesta por gente fracturada. Hago la precisión porque los Maleski-Voytier, en cuanto padres e hijo, están unidos por lazos afectivos y sanguíneos, pero en cuanto marido y mujer las cosas hace rato que se vienen quebrando. Por mucho que tras el accidente del hijo, sucedido antes de los hechos que se narran en el filme, se muestren como un núcleo unido ante una circunstancia extraordinaria, lo concreto es que entre Sandra y Samuel existen grietas cada vez más profundas, producto de una evolución como pareja marcada por inseguridades de uno u otro, celos, desconfianza, distancia y resentimiento mutuo.

Flaco favor le hace a la causa de Sandra (la actuación de Sandra Huller en este filme debe estar entre las más poderosas del año) al intentar convencer que no tuvo nada que ver en la muerte de su esposo cuando salen a la luz los añicos en que se ha convertido este vínculo.

Que bien hace salirse de la zona de confort de vez en cuando, especialmente tras una temporada en que la gran máquina hollywoodense hizo aguas en muchos ámbitos. Y tal vez no haya llegado en el momento en que en tres categorías ya debe enfrentar favoritos que parecen imbatibles (mejor película, director y actriz), pero no por eso no vamos a dar la oportunidad de ver obras que no subestiman el coeficiente intelectual del espectador, devuelven la fe en el cine, y recordar porque lo consideramos arte.

***1/2

ANATOMIE D’UNE CHUTE

Director: Justine Triet

Intérpretes: Sandra Huller; Milo Machado-Graner; Swann Arlaud; Samuel Theis

Drama/Suspenso

2023

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una razón para sobrevivir

El 13 de octubre de 1972, un vuelo de la Fuerza Aérea Uruguaya, que transportaba cuarenta pasajeros, incluyendo al plantel completo del equipo de rugby Old Christians F.C., se estrelló en un remoto sector de la cordillera de Los Andes, tras una mala maniobra mientras se dirigían a Santiago de Chile.

Totalmente incomunicados, sin más provisiones y recursos que lo que en ese momento tenían puesto, y ante un creciente número de fallecidos, los sobrevivientes necesitarán más que su fuerza de voluntad para salir con vida de esta tragedia..

No soy muy fan del cine de J.A. Bayona, pero concedo que se le dan muy bien las historias de personas comunes luchando contra fuerzas que les sobrepasan. Lo Imposible (2012, su primer largometraje hollywoodense) narraba la odisea de una familia (originalmente española) durante el tsunami del Sudeste Asiático, a fines de 2004, y otro tanto ocurre con La Sociedad de la Nieve, el trabajo que actualmente lo tiene en la cresta de la ola.

Basada en la novela del mismo nombre del periodista urugyayo Pablo Vierci, es obvio que no es primera obra audiovisual que relata la llamada Tragedia de Los Andes (o El Milagro De…como prefieran), la experiencia que un equipo de rubgistas uruguayos vivió durante más de dos meses tras la caída del avión en que viajaban a Santiago, en un aislado sector de la cordillera, y en precarias condiciones de subsistencia. Incontables han sido los documentales y reportajes, y con esta son tres las adaptaciones cinematográficas, siendo la estadounidense Viven! de 1993, la más conocida hasta ahora.

Quizás por eso mismo, por tratarse de una historia ya contada varias veces, es que Bayona opta por dar un enfoque diferente, que a la larga juega a su favor.

Partiendo por evitar el morbo relacionado con la situación de antropofagia que se vieron obligados a atravesar los sobrevivientes de la tragedia durante su aislamiento (la gran mayoría llega a este acontecimiento por esta circunstancia), y quitando ese tufillo a superheroísmo que imprimó la versión de 1993.

Nada más lejos de eso. En una movida que hace mucho más verosímil el relato, Bayona presenta a personas comunes y corrientes. Personas expuestas a circunstancias que están muy por encima de sus posibilidades, sí, pero personas al fin y al cabo, como usted o como yo, que un día simplemente subieron a un avión pensando que en un par de horas más estarían en su destino.

La decisión de que la mayoría de personajes fuesen interpretados por actores uruguayos no obedece sólo a una superficialidad, sino que contribuye a la verosimilitud del relato, así como que la propuesta se sienta cercana y realista. Hace fácil la identificación con los protagonistas y permite que el espectador asuma como propio lo que les ha tocado vivir, incluso antes de subirse al avión, cuya caída resulta dolorosamente veraz.

Esta lectura ayuda a apreciar la magnitud del desastre, sea por la situación extrema a que se enfrentan nuestros sobrevivientes, sino a la consecuente desazón, angustia, pérdida de fe y de razón que van sufriendo a partir de su situación, agravándose con el paso de los días, y un número de fallecidos que crece.

Con el aderezo de la lograda fotografía de Pedro Luque, más la muy correcta partitura de Michael Giaccino, todo ello confluye a experimentar a través de la pantalla la sensación de abandono y vacío que reina entre los sobrevivientes, incluso después de ser rescatados, pues al igual que ellos tampoco tenemos respuesta a esas preguntas que se hacen “¿por qué a nosotros?’¿para qué?”

Tampoco sé decir qué posibilidades tiene La Sociedad… de cara al Oscar a la Mejor Película Internacional, pues no he visto las otras nominadas como para siquiera especular. Aun así, voy a ratificar todo lo bueno que le está pasando al filme y a Bayona, que tuvo su punto más alto en su casi perfecta pasada por los últimos premios Goya, en que se ganó casi todo, alzándose como la tercera película más premiada del cine español en toda su historia.

Lo merece.

Sobre todo luego de tener que soportar la cantidad de estupideces que han visto la luz a raíz del filme: entre los que piensan que es un remake de Viven!, los que reclaman que en el noticiero o en el History les spoilearon el final, los que niegan que haya pasado (negaron el Covid con sus millones de muertos, no van a negar esto) y el trato de boy band que han profesado a sus protagonistas por ahí…sólo falta el influencer idiota que lance el desafío de la sociedad de la nieve.

***1/2

LA SOCIEDAD DE LA NIEVE

Director: J.A. Bayona

Intérpretes: Enzo Vogrincic; Agustín Pardella; Matías Recalt; Tomás Wolg; Esteban Kukuriczka; Francisco Romero; Esteban Bigliardi; Agustín Della Corte; Ezequiel Fadel

Drama/Suspenso

2023

Francisco.retamaltorres@gmail.comn  @panchcinepata

despertar a la incomodidad

Nos encontramos en el Londres victoriano. A través de Max McCandles (Rami Yousef), joven estudiante de medicina, recientemente aceptado por el cirujano Goodwinn Baxter (Williem Dafoe) como aprendiz, es que conocemos a la hija adoptiva de éste, Bella (Emma Stone), una joven que tras una serie de dolorosas circunstancias, fue operada por Baxter en un intento desesperado por salvar su vida, sufriendo como gran secuela el actuar como una niña pequeña.

Con el tiempo, entre la madurez que sorpresivamente está logrando a nivel intelectual, y sus crecientes deseos de salir de la casa en que ha estado los últimos años, y conocer el mundo, Bella anuncia a Goodwinn sus deseos de casarse con McCandles. Sin embargo, antes de que la unión pueda concretarse, el inescrupuloso abogado Duncan Wedderburn (Mark Ruffallo), convence a la chica de escaparse con él…

Es un hecho que no se le puede caer bien a todo el mundo. Pero también es un hecho que suele haber cuestionamientos a una obra determinada porque es más fácil cuestionarla que reconocer que no te gustó o no la entendiste.

Obvio que estoy hablando de Pobres Criaturas, último trabajo del director Yorgos Lanthimos, que ha hecho tanto o más ruido fuera de la pantalla que dentro de ella, gracias a una discusión centrada en supuestas misoginias y apologías a la pederastia que la película, basada en una novela de 1992, contiene.

Y, sin desconocer que se le va un poco la mano con la sexualización de la historia, no es menos cierto que mientras más lo traten de transgresor, controversial, burdo, excesivo, provocador…Lanthimos simplemente se sienta, bebe una copa de vino y brinda consigo mismo, felicitándose por su logro. Eso es precisamente lo que quería lograr.

En todo caso, eso es quedarse en lo superficial con este filme, ya que este trabajo va un poco más lejos de la mera provocación.

Es mucho más que eso, así como mucho más que la tremenda dirección de arte que nos sitúa en una época victoriana con toques de imaginería steampunk (muchas virtudes de este filme están en el apartado técnico y estético) y que bebe mucho de la literatura de terror más clásica (especialmente del Frankenstein de Mary Shelley) sino que estamos derechamente ante una historia de despertar personal, que se da cuando Bella empieza a desarrollar un pensamiento más adulto, y conoce indirectamente el mundo exterior, a través de McCandles, y que se traduce en salir a conocer, entender, y por qué no, conquistar ese mundo.

Aquí es donde entra en juego este factor que puede resultar incómodo: este despertar coincide con el descubrimiento que la chica hace de su sexualidad. Considerando, además, que si bien desarrolla un pensamiento adulto, esto no pasa de un momento a otro, manteniendo su mente de niña durante buena parte del proceso, dejándola expuesta al abuso de otros. Desde ese punto de vista, concedo los reparos que se puedan hacer a este filme.

Concedo los reparos, pero no el odio gratuito hacia Lanthimos y su obra, ni se justifica las turbas iracundas que portando antorchas, palas y rastrillos se dirigen a su casa. Por el contrario, hay que felicitarlo por atreverse a saltarse algunas convenciones y dirigir una historia como ésta, a su manera y siendo fiel a su estilo, abundante en surrealismo y una buena dosis de humor negro.

Si es verdad eso de que el arte debe incomodar, Lanthimos lo entendió todo, y así es como nos presenta este filme en que toda la atención está puesta en una inspiradísima Emma Stone inspirada y comprometida con un rol exigente tanto en lo físico, como en lo netamente actoral, con el que se metió de lleno en la actual temporada de premios, siendo la gran apuesta de este filme en este terreno.

***1/2

POOR THINGS

Director: Yorgos Lanthimos

Intérpretes: Emma Stone; Williem Dafoe; Mark Ruffallo; Ramy Yousef; Margaret Qualley: Suzy Bemba; Christopher Abbott

Comedia dramática

2023

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chocman begins

Tras varios años de viajar alrededor del mundo, el mago, inventor y chocolatero Willy Wonka (Timothee Chalamet) ha llegado a la ciudad para cumplir una antigua promesa familiar: abrir una tienda de chocolates.

La tarea no será fácil: la falta de recursos, la aparición de una pareja de usureros y la férrea oposición del monopolio local del chocolate exigirá de Willy algo más que apelar a su ingenio y entusiasmo para hacer realidad su sueño..

No por nada, Roald Dahl es uno de los principales autores de la literatura fantástica infantil de los últimos cien años. Reconocido por su estilo único que equilibra lo mágico y colorido con lo siniestro, la obra de Dahl ha sido frecuentemente adaptada a otros medios, y varias de sus adaptaciones han terminado por convertirse en filmes de culto.

No es de extrañar, entonces, que uno de sus personajes más populares, el excéntrico chocolatero Willy Wonka, llegue por tercera vez al cine, tras las adaptaciones de 1971 (dirigida por Mel Stuart) y 2005 (por Tim Burton).

Por cierto, el fracaso en más de un sentido de otras adaptaciones recientes del trabajo de Dahl (los fallidos remakes de Las Brujas y Mathilda), llamaba a mirar el escenario con cautela. Sin embargo, Wonka es un auténtico triunfo, de esos que en tiempos como éste en que nos agarramos de las mechas todos contra todos, durante las 24 horas del día, por cualquier motivo, qué bien que nos hace que se den.

Mucho de los méritos de esta precuela, y por mucho que este filme se emparente más con la versión de 1971 que con la de 2005, al menos en lo estético, están en que Wonka es una película con personalidad propia y características que la alejan del planteamiento de sus predecesoras, siendo la vocación musical del filme (algo que descolocó a un sector del público que jamás se lo esperaron…o que jamás prestaron real atención a las películas previas donde igual había un factor melódico presente) la más evidente, constituyendo un factor clave para proponernos una experiencia disfrutable por toda la familia.

Sin dejar afuera, en todo caso, el factor siniestro que hemos comentado antes. cierto, es una historia familiar, colorida y ágilmente contada, pero que no desconoce la crueldad y la miseria del mundo en que nuestro héroe ha decidido hacer realidad su sueño, lo que al final se vuelve un acierto, porque acrecienta nuestras ganas de ver al protagonista triunfar y lograr su meta, además de decirnos algunas cuantas cosas importantes acerca de la amistad, la solidaridad y la fuerza de voluntad como pilares de cualquier hazaña.

Éxito de taquilla inesperado, sobre todo pensando en lo difícil que fue 2023 para los grandes estrenos, Wonka cumple con lo que se propone en más de un aspecto, por lo que no queda sino agradecer y felicitar al equipo encabezado por el director Paul King (responsable de las dos películas del osito Paddington, otro combo caracterizado por lo entrañable y querible de su protagonista e historia), a la impecable banda sonora de Joby Talbot (si la cinta es un musical, mínimo saludar a su responsable) y al elenco encabezado por un Timothée Chalamet dando señales de lo cada vez más amplio de su registro.

Felicitar, agradecer…y pedir disculpas: si hubiese visto este filme cuando correspondía, otro habría sido mi top 10 anual.

****

WONKA:

Director: Paul King

Intérpretes: Timothée Chalamet; Calah Lane; Hugh Grant; Olivia Colman; Tom Davis; Keegan Michael Kay; Sally Hawkins; Rowan Atkinson

Fantasía/Musical

2023

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hay que filtrar de vez en cuando

Se sintió la caída de los superhéroes dentro de la industria, parece. De los tres o cuatro estrenos Marvel de cada año (sin contar las series de Disney+, por mucho que se relacionen) y de los cuatro que ofreció DC en 2023, pasamos a apenas dos, uno por cada marca: Deadpool 3 (Deadpool and Wolverine), por el lado M, y Joker Folie A Deux, por la vereda del frente.

No, no vamos a considerar para estos efectos los estrenos del Spiderverso sin Spiderman que Sony lleva años tratando de armar (y que este año suma a Madame Web, Kraven el Cazador y la tercera de Venom), y que estrena sin nada que perder, esperando, con más fe que cine, que uno de ellos haga la gracia.

Puede parecer una medida extrema de pasar de un año para otro, de más de media docena de estrenos, entre ambos estudios, a apenas un par, pero es lo mejor que se puede hacer. Al fin y al cabo, el gran problema de los superhéroes el año pasado fue la sobreoferta, y que todos ofrecían más o menos lo mismo, sobre todo en el caso de Marvel.

Pensemos cómo cerró el 2023 esta última: con la más que exigua taquilla de The Marvels, recepción que se debe, más allá de si la película fue buena o mala (aún no la veo y dudo que lo haga en el mediano plazo) en que simplemente no logró llamar la atención de un público, cansado de una “fórmula” que ya no da más, que no es sino estrenar cinco o seis títulos al año, todos conectados entre sí, sin tiempo para disfrutarlos ni procesarlos..algo que ya hemos comentado en otras ocasiones, considerando además que los personajes llamados a tomar la posta de los Avengers originales, esos que reinaron sin contrapeso la taquilla entre 2012 y 2019, no han dado el ancho.

Si en Marvel el motivo fue la sobreoferta, en DC, que también lo hemos dicho, la falta de dirección: el no saber armar una línea editorial durante los años del llamado Snyderverse. Y si bien aquí le hacemos barra a James Gunn, aceptemos que fue un arma de doble filo anticipar que el universo actual de DC, moría este año. Quién se iba a motivar a ver las películas de DC durante el año pasado, sabiendo que a la larga darían lo mismo.

Conforme, era una decisión radical que había que tomar para evitar un desastre mayor, pero convengamos que traería consecuencias.

Así llegamos a este 2024 en que el género pasará por la decantación, por un filtrado que hace rato venía necesitando.

Aun teniendo en cuenta que las “sandías caladas” ya no son tan infalibles, Marvel hará sólo una gran apuesta este año, la mencionada tercera parte de Deadpool, pensando en que es un personaje siempre atractivo, que tras años de ostracismo tiene las expectativas por las nubes (vean lo que pasó con su tráiler el pasado fin de semana) y que servirá de puerta de entrada al MCU de los personajes que otrora pertenecieron a 20Th Century Fox (Fantastic 4, X Men, pensándolos como el pilar del MCU los próximos años), y que además servirá para poner un poco de orden en este universo

Para DC, este 2024 servirá de descanso antes de Superman Legacy y el inicio del nuevo universo el próximo año, marcando presencia con un filme cuya mayor virtud es no pertenecer ni al nuevo universo ni al anterior, sino que, al igual que The Batman y la venidera serie de El Pingüino, a una línea editorial más adulta, si se quiere llamar, que ha dado a DC sus mayores satisfacciones en taquilla y crítica, y que mantendría al mismo tiempo que el nuevo universo, sin que se topen.

No sabemos todavía si esta idea funcionará en taquilla, pensando además que no son filmes familiares. Puede que sí, pensando que la escasez de estrenos del género puede crear la necesidad de volver a verlos, pero lo que cabe esperar aquí va más allá de la boletería, sino que una bocanada de aire fresco que devuelva el alma al cuerpo a un género completo.

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abrir lo que no podrás cerrar

Recorriendo los alrededores de su granja, ubicada en algún lugar del interior de la Argentina, Pedro (Ezequiel Rodríguez) y Jaime (Demián Salomón) Yazurlo encuentran el cadáver de un desconocido, lo que los lleva a la cabaña de María Elena (Isabel Quinteros), una solitaria anciana que les cuenta que dentro de su hijo mayor, un hombre postrado que se pudre en vida, pugna por salir a la vida un demonio, y fue éste quien asesinó al desconocido.

Horrorizados con el hallazgo, y luego de ser ignorados por la autoridad, los Yazurlo acuden a Ruiz (Luis Ziembrowski) el terrateniente del lugar, para hacerse cargo del postrado, sin saber que lo único que lograrán es acelerar la peor pesadilla que les tocará vivir…

Tengo un problema para hablar de Cuando Acecha La Maldad: ¿cómo decir lo buena película que es sin decir lo que ya a esta altura debe haber dicho medio mundo?

Porque, hay que aclararlo desde ya, todo lo bueno que se ha dicho de ella es la pura verdad y, esto me sale de bien adentro, ¡cómo me gustaría que se hiciera algo así en nuestro cine! (Digo, tenemos un campo rico en folklore, mitología y tradición oral de relatos fantástico donde el maligno es protagonista..material no nos falta).

Lo cierto es que el director Demián Rugna, que ya venía haciendo un ruido bastante interesante con sus trabajos anteriores, especialmente con Aterrados (2017, cuya distribución en Netflix le dio la visibilidad que venía mereciendo) se vale hasta cierto punto de este tipo de relato oral para construir un relato que, dentro de su campo, funciona a la perfección, toda vez que no pasa mucho rato antes de que nos pongamos tensos…muy tensos.

Rugna nos propone una travesía que resulta más de un desafío para el espectador, no sólo desde el punto de vista audiovisual (digámoslo claramente, hay algunos momentos en los que de verdad hay que poner cuero de chancho, como se dice, para poder soportarlos) sino también desde el emocional, gracias a la atmósfera de inquietud y desconcierto que se inunda cuando estos hermanos se dan cuenta de la puerta que acaban de abrir y que no está dentro de las opciones el cerrarla. Atmósfera que nos deja la sensación de que, se haga lo que se haga, esto no tiene solución.

Y sabiendo eso, aun así queremos llegar al final y ver cómo este entuerto termina (no digo resuelve, dudo que quepa esa expresión aquí).

Cuando Acecha…da una interesante vuelta de tuerca al prostituido (no me digan que no lo está) género de las posesiones diabólicas, una necesaria bocanada de aire fresco para la especialidad, ya que no se queda en el mero jumpscare, en el susto momentáneo, incluso una ocasional náusea, sino que crea una realidad en la que, como dije antes, la tensión no cesa.

Quien lo diría, en la misma temporada en que tuvimos cosas que entre convertir al género en un meme (a ti te hablo, la Monja 2) y profanar el legado de una obra maestra (a ti te hablo, Exorcista: Creyentes), una historia proveniente de un país alejado de todo, y con un presupuesto que debe ser el 1% de aquellas es capaz de dejarlas como un mal chiste, principalmente porque tiene esto de lo que aquellas dos carecen: la vocación por contar una buena historia de miedo, esas que preferirías no escuchar de noche ni lejos de casa.

***1/2

CUANDO ACECHA LA MALDAD

Director: Demián Rugna

Intérpretes: Ezequiel Rodríguez; Demian Salomón; Silvina Sabater; Luis Ziembrowski; Virginia Garófalo; Isabel Quinteros

Terror

2023

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DCEU: MI TOP 5

Como dijimos, Aquaman y el Reino Perdido marca el cierre del llamado DCEU, ese proyecto que se iniciaba a lo grande con Man Of Steel en 2013 y que cerró diez años después, con una sensación más amarga que otra cosa, por esa sensación de que esa gran promesa a la larga nunca pudo cuajar, lo que queda evidenciado en que las mejores películas basadas en personajes de DC son las que no pertenecen a esta línea editorial (The Batman, Joker, Superpets, Lego Batman, en fin).

Como fuera, desde el estreno de esta última película, y para entretenernos en algo en este período de standby hasta 2025, en que sólo tendremos una película de DC en carpeta (Joker 2), no fueron pocos los balances que se hicieron con lo mejor y lo peor de este proyecto.

Buscar lo peor de esta marca es fácil: Suicide Squad de David Ayers, Wonder Woman 84 y Birds Of Prey, que aparte de su pobre calidad se suma el hecho de que nunca se entendió a donde quería llegar y cómo encajarla en el resto del proyecto. Fácil decirlo, pero creo que los problemas del DCEU no van tanto por la calidad de sus películas, sino en que sus gestores nunca supieron hacer atractivo este universo, más allá de los fans más militantes.

Me molesta recurrir a lo que hace la competencia, pero es inevitable. En su época de oro, antes de Avengers Endgame, Marvel, con más o menos éxito, lo estaba logrando: convertir personajes que nadie, más allá del fandom, conocía muy bien como Guardians Of The Galaxy, Antman, Capitana Marvel o Black Panther en nombres e íconos reconocibles y sus películas en éxitos de taquilla, que la gente sentía la urgencia de ir a ver.

¿Y DC? Si bien consiguió crear personajes icónicos como la Wonder Woman de Gal Gadot, el Aquaman de Jason Momoa o la Harley Quinn de Margot Robbie, de sus películas no se puede decir otro tanto, lo que se vio reflejado en la débil taquilla lograda por sus filmes estrenados en 2023, al no conseguir crear en el espectador esa necesidad de ir corriendo a las salas a ver sus películas. Vale, hay muchos factores que inciden en esto (que las películas se estrenen en streaming, que ha alejado a la gente de las salas, es uno de los factores fundamentales), pero la torpeza y falta de visión de los ejecutivos con lo que quieren hacer con su universo de personajes fue un aspecto clave que, esperemos, se pueda resolver en el nuevo universo encabezado por James Gunn.

Pero lo hecho, hecho está y, como dije, es tiempo de balances. Y como ya hicimos el trámite de mencionar lo peor, aquí va mi top 5 de lo mejor del DCEU, partiendo con una mención honrosa:

THE SUICIDE SQUAD (James Gunn, 2021)/PEACEMAKER (2022)

Vale, una es serie, no película, pero ambas van por el mismo carril editorial. Además, fueron los dos primeros trabajos de James Gunn para DC/WB y la señal de que esto era lo que andaban buscando para su universo. Es cierto que nunca entenderemos la fijación de Warner por un grupo secundario, en comparación con la Liga de la Justicia, la Justice Society o los Teen Titans, pero Gunn supo reinventar un título que venía de un fracaso insalvable, en otro que en cierta forma se podría considerar fundacional.

5 BATMAN VS SUPERMAN: DAWN OF JUSTICE (Zack Snyder, 2016)

El segundo capítulo del DCEU, con el que ya se tiraban líneas acerca de por dónde iba a ir la cosa. Es cierto que hubo que darle más de un visionado, que hubo que esperar una versión extendida, y que no pudo evitar convertirse en un meme (“Marta”), pero sus cosas a favor son más que las que en contra, estableciendo que este universo no intentaría replicar a la vereda del frente, sino seguir su propio camino.

4 AQUAMAN (James Wan, 2018)

Si DC quería expandir su universo, había que salir de la monotemática de la Trinidad (Superman, Wonder W y Batman). La apuesta, de la mano de James Gunn, corrió con otro personaje clásico de la marca, Aquaman, en una versión un tanto diferente de lo que conocíamos del personaje, a cargo de Jason Momoa que se convirtió en uno de los filmes más taquilleros, protagonizado por uno de los rostros más icónicos de la marca.

3 WONDER WOMAN (Patty Jenkins, 2017)

La semidiosa proveniente de Temyscira tenía que ser en cine lo mismo que su equivalente en el papel: el tercer pilar sobre el que se afianza el universo DC. Gal Gadot ya había dado muestras de lo bien que le sienta el personaje en BvS un año antes, y su primera aparición en solitario que, fiel a su historia de origen más clásica, la instala en plena Segunda Guerra Mundial, demostraba que tenía con qué soportar dicha carga.

2 MAN OF STEEL (Zack Snyder, 2013)

Una frase recurrente en el mundo DC es que todo empieza con Superman, y la responsabilidad de dar el puntapié inicial a esta nueva era no podía ser con otro personaje. Con un entonces poco conocido Henry Cavill poniéndose el traje azul y rojo, sabiendo la importancia del puesto que tenía que llenar, la reinterpretación del Hombre de Acero para los nuevos tiempos conquistó a la audiencia y fue el empujón que necesitaba DC para empezar su gran proyecto.

1 ZACK SNYDER’S JUSTICE LEAGUE (Zack Snyer, 2017-2021)

El gran momento de este proyecto, un triunfo no sólo por la campaña que se realizó a nivel mundial, exigiendo a Warner Brothers el estreno de la película tal como fue concebida por su director, luego del estreno de la cuestionada –y con razón- versión de Joss Wheddon. He dicho antes que el gran mérito de Snyder es el de ser uno de los pocos realizadores que, dentro de la industria, puede contar las historias que quiere de la manera que quiere, y que hizo de este filme el mayor logro dentro del género de los superhéroes de la era post The Dark Knight.

Ese es mi top 5…¿ y el de ustedes?

Francisco.retamaltorres@gmail.com  @panchocinepata (Ex Twitter, Instagram)