Aunque goza de gran prestigio en el entorno literario y académico, el escritor Thelonius “Monk” Ellison (Jeffrey Wright) tiene un problema: sus obras no se venden, ya que, según su editor, su estilo es “poco afroamericano” y le sugiere escribir más en este sentido si quiere asegurar algún futuro en las letras.
Aunque soltero y sin hijos, la repentina muerte de su hermana y el divorcio de su hermano, obliga a Thelonius a hacerse cargo de su madre, víctima del alzheimer. Incapaz de solventar los gastos que dicho mal genera con sus ingresos, no le queda otra que inventarse un alter-ego radical y en problemas con la justicia, para escribir una novela sobre criminales…
Durante la década de los ’90, Alberto Fuguet, Rodrigo Fresán, Edmundo Paz Soldán y otros escritores trajeron a la literatura americana un auge pocas veces visto, pese a las no pocas veces que fueron vapuleados por la cátedra de expertos que cuestionaban a estos autores por lo “poco latinoamericano” de los contextos en que hacían transcurrir sus historias.
Claro, seguro que en Latinoamérica no hay McDonads ni autopistas, ni usamos celulares. Seguro que en Latinoamerica todos vivimos en cabañas en copas de árboles, con leopardos paseando por el centro del poblado, rodeado de campos de flores amarillas y con abuelas volando cual dron…ahh, la herencia del boom.
En eso estaba pensando mientras veía American Fiction, la décima de diez nominadas a mejor película para el Oscar este año. Quiso el destino que fuera la última, aunque honestamente, pensaba pasarla de largo, hasta que empecé a ver las flores que gente de fiar le estaba tirando…y que bueno que haya pasado así. Evité cometer un grave error.
Porque si bien está muy lejos de ganar el premio a la película del año, según la Academia (aunque podría dar la sorpresa como mejor guión adaptado, a partir de la novela de Percival Everett, Erasure), si debe estar entre lo más ingenioso que hemos visto en mucho rato.
La cinta, responsabilidad de Cord Jefferson en su filme debut tras unos cuantos años en televisión (Watchmen, The Good Place), aborda con no poco humor negro el problema que más de un creador aborda en algún punto de su carrera como tal: buscar el equilibrio entre el valor artístico de la obra versus responder a las expectativas del medio en que se desenvuelve.
Es el problema que vive Thelonius Ellison, a.k.a. Monk, nuestro protagonista, respetado en la comunidad académica y literaria, hasta que su editor le pone la soga al cuello para hacer una literatura más estereotipada, algo que parece importarle poco, aun cuando a sus conversatorios en ferias del libro no convoquen a más de 15 personas, y deba mirar desde lejos la posición de Sintara Golden (Issa Rae), la escritora del momento, cuya narrativa precisamente enfatiza en la triste situación de los pueblos africano (pobreza, desnutrición, abusos de poder, guerra) y afroamericano (violencia, crimen, narcotráfico).
Esa literatura que de vez en cuando se pone de moda, y hace que las librerías estén decoradas con lanzas, máscaras de guerra, cuadros de Martin Luther King y Malcom X, además de mucha música étnica sonando. Monk, muy a regañadientes, y empujado por las circunstancias, se tiene que tragar su orgullo y publicar no lo que él quiere, sino lo que el público (o al menos eso le dice su editor) prefiere…y cede. Lo peor es que funciona.
Por como se cuenta la historia, esta película podría ser perjudicial para algunos aspirantes a escritores, pero la dura realidad es así. No es bonito, lo sé, pero es lo que hay. Podríamos pasar horas pensando en qué o quién ha llevado las cosas a este punto (los autores?¿las modas y la industria cediendo ante ellas?¿el lector que no sabe decidir por sí mismo y toma no más lo que le ofrecen?)pero eso no cambiará el hecho. La industria editorial, como la musical o cinematográfica, es eso antes que nada: industria, una entidad destinada principalmente a generar ingresos, en la que de repente se hace arte.
De repente, como este 2023, que si bien por un lado trajo la caída de las superproducciones, por otro terminó siendo una temporada privilegiada, reflejada en que las 10 nominadas al Oscar a Mejor Película, independiente de que a uno les hayan gustado más o menos, todas se pueden considerar buenas películas, ninguna sobra, nadie anda diciendo que la nominaron porque sí, y gane quien gane, la sensación será positiva.
Y esta película consiguió quedar entre ellas, lo que por donde se vea, es un triunfo.
***1/2
AMERICAN FICTION
Directror: Cord Jefferson
Intérpretes: Jeffrey Wright; Tracee Ellis Ross; John Ortiz; Erika Alexander; Leslie Uggams; Adam Brody; Issa Rae; Sterling K. Brown
Comedia dramática
2023
Francisco.retamaltorres@gmail.com panchocinepata (Ex Twitter/Instagram)