el sospechoso tenía las orejas largas

No sé a pito de qué, pero hace unos días me puse a pensar en ¿Quién Engañó a Roger Rabbit?, especialmente en lo olvidada que está esta película de Robert Zemeckis. Estrenada en 1988, su aniversario 30 pasó inadvertido, y no ha tenido más relanzamientos aparte de su versión en blu-ray, por los 25 años del filme, en 2013, edición bastante standart por lo demás.

Raro para una película que tuvo una muy buena taquilla (70 millones de costo, más de 300 de recaudación) y que en su momento fue un hito en su especialidad (vale, la interacción entre animación y acción en vivo ya existía, pero nunca en formato largometraje). Tampoco sé si está en Netflix u otro servicio, ni si va a estar en la parrilla de Disney+.

Debo reconocer que el personaje Roger Rabbit, por más que Disney lo intentó, nunca pudo insertarse en su universo de personajes, más allá de la película, así que, especulo, ese pudo ser el factor que definió que personaje y filme hayan sido enviados al ostracismo.

Estando en una época en que no está de más repasar la colección, y porque en este blog le hago barra a Robert Zemeckis (por mucho que sus últimas dos o tres películas hayan cojeado en crítica y taquilla), démosle curso a este filme, basado en las novelas entre noir y humorísticas de Gary K. Wolf.

Es el año 1947, la primera gran época de la industria de la animación, y los cortos de Roger Rabbit y Baby Hermann  son los más populares del estudio Maroon Cartoons. Sin embargo, desde un tiempo a esta parte, Rabbit no parece muy concentrado en su trabajo, lo que se nota en detalles como no poder sacar estrellas alrededor suyo cuando recibe un golpe.

R.K. Maroon (Alan Tirven), propietario del estudio, sospecha que lo que lo tiene distraído es la relación entre la esposa de Rabbit, Jessica, y Marvin Acme (Stubby Kaye), uno de los principales inversionistas de la compañía. Es por eso que contrata al detective privado Eddie Valiant (Bob Hoskins), un amargado investigador que no guarda mucha simpatía por los personajes animados, para que siga a Jessica. Los resultados de la investigación descolocan a Roger, quien abandona la reunión, sin destino conocido.

Al día siguiente, Valiant es requerido a la escena del crimen, donde el cuerpo de Acme es encontrado. Por razones obvias, Roger es el principal sospechoso, y no hay noticias de su paradero. Sin embargo, Valiant duda que efectivamente así sea, sospecha que el crimen es para tapar algo mucho mayor, sobre todo tras la aparición de un siniestro personaje, el juez Doom (Christopher Lloyd) y, tragándose sus propias aprehensiones, empieza su propia investigación.

Los logros de esta película saltan a la vista. Primero, lo obvio, es la primera vez que, en formato largometraje, se usaba el cruce entre animación y live-action. Hubo experimentos antes, muchos (no olvidemos a Gene Kelly o a Esther Williams compartiendo escena con Tom y Jerry), pero no en una película que transcurra completamente en este concepto. Segundo, la cantidad de personajes de distintos estudios compartiendo escena (Infinity who? Aquí ya tuviste un mega crossover). Mickey Mouse y Bugs Bunny cayendo en paracaídas, Donald y Duffy Duck en un duelo de pianistas, muchos cameos de personajes Disney, de Looney Tunes, MGM, Walter Lanz, hasta de los hermanos Fleischer. Todos, o casi todos, los que pudieron tener los derechos, en una misma película. Para alguien que se crió con estos cartoons, esta película es un festín.

Zemeckis no se queda en cosas externas –nunca lo ha hecho- y le da un sustento potente a todo este festín animado, planteando una historia “de dinero, sexo y muerte”, como dice el propio Valiant en algún momento de la película. Rescata muchas de las cosas que definieron al género noir (un misterio, una serie de sospechosos con motivos válidos para cometer el crimen, un investigador amargado, pesimista y con unas cuantas sombras por exorcizar), mezclando inteligentemente ese plan con el espíritu alocado e irreverente, que se pasa por buena parte las leyes físicas, del cartoon clásico, dándonos una muy entretenida cinta de matiné.

Aún así no consigo explicarme por qué ¿Quién Engañó a Roger Rabbit? ha quedado tan alejada de la mano de Dios. Cierto, Pixar, también de la mano de Disney, pocos años después elevó los estándares de la animación estadounidense a niveles difíciles de alcanzar, y hace que Roger… se vea como una antigüedad. Que el mismo Zemeckis dio un paso gigante en lo técnico y en lo cualitativo con varias de sus películas posteriores (Forrest Gump, Náufrago), tampoco hay que negarlo. Es cierto, Roger… fue superado por mucho de lo que vino después. Pero eso que vino después necesitaba un punto de partida, y esta película cumple con esa función. Aunque se les haya olvidado.

***1/2

WHO FRAMED ROGER RABBIT?

Director: Robert Zemeckis

Intérpretes: Bob Hoskins; Joanna Cassidy; Christopher Lloyd; Stuby Kaye; Alan Tirven

Comedia/Animación

1988

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/Instagram)

el derecho de las rubias

A veces el destino juega a favor. Y quiso el destino que el mismo día que en Chile celebramos el Día del Abogado, se confirmara para el año 2021 (escúchanos, Señor, te rogamos) el estreno de Legalmente Rubia 3, siempre con Reese Witherspoon (Dios la proteja y la ampare siempre).

Y ya que estamos en época de repasar lo que tenemos en la colección, dada la ocasión, y de que es una de mis películas de abogados favoritas, volví a visitar la primera película de esta serie,Legalmente Rubia, estrenada hace casi dos décadas.  Y me puse a pensar en lo adelantada que fue a su época.

Pensemos en de lo que se trata: Ellie Woods (Witherspoon), es la chica más popular de su escuela, en un exclusivo sector de California. Rica, atractiva y exitosa, vive para contentar a su novio, Warner (Mathew Davis), hijo y nieto de senadores, aspirando a que éste le proponga matrimonio.

Sin embargo, el día que supuestamente éste le propondría casarse, Warner anuncia que se va a estudiar derecho a Harvard y que debe terminar la relación, ya que su imagen de chica popular, no va con sus pretensiones políticas.

Decepcionada, Ellie decide demostrar que es más que un accesorio, y consigue entrar a Harvard. Sin embargo, el conocer este mundo totalmente distinto de aquel al que estaba acostumbrada será una dura prueba para ella, una prueba que nunca esperó enfrentar en su vida.

Legalmente Rubia es una película que tocó con al menos quince años de anticipación, y sin andarlo persiguiendo expresamente, algo que hoy es uno de los grandes temas de debate hoy por hoy: el empoderamiento femenino.

Pensemos en nuestra protagonista: Ellie ha vivido toda su vida en un mundo en que todo gira a su alrededor, todo pasa según ella quiera, al ser la princesa de su propio cuento de hadas. No tiene más motivación en la vida que ser la esposa/accesorio/trofeo de su príncipe encantador, que la encanta de tal forma, que no se da cuenta que en realidad es un pastel, sin otro mérito que un apellido influyente.

Llegado el momento, sale de ese mundo de fantasía, para entrar en otro completamente diferente, que no gira a su alrededor, en que tiene que aprender a valerse por sí misma. En ese camino, aprende mucho de ella, descubriendo su propio potencial, sobre lo que es capaz de hacer, y un mundo de posibilidades que se le acaba de abrir, que van más allá de ser el mero accesorio de un tipejo.

Sin dejar de ser Ellie Woods, lo que la define, sin renunciar a lo que es, aprende a ser una mejor persona. Para el resto, y para ella misma.

Vale, en el papel, y desde el póster, nos dicen que tenemos una comedia más sobre “rubias tontas”, estereotipo acuñado desde Marylin Monroe, o incluso antes (pensemos en Irma, La Enredadora, la película con la que debutó en cine la dupla Martin & Lewis), pero en realidad, esta cinta no tiene nada de tonta, y sí mucho de ingeniosa. Bajo este disfraz de comedia, y de las buenas, se esconde un muy buen trabajo sobre la superación, conocimiento y valoración individual. Ah, y también de como tirar a un lado los prejuicios.

Y sin necesidad de calzarse ninguna bandera, ningún discurso, dejando que todo fluya, principalmente gracias a la buena mano de Robert Luketic, un director que produce poco, pero lo que hace, lo suele hacer bien, y de una inspirada Reese Witherspoon, en uno de los grandes papeles de su vida, un personaje y un filme que vino antes de tiempo, legó una secuela y un musical, y que fue el mismo tiempo el que supo darle la razón.

****

LEGALLY BLONDE

Director: Robert Luketic

Intérpretes: Reese Witherspoon; Luke Wilson; Selma Blair; Matthew Davis; Victor Garber; Holland Taylor; Jenniffer Coolidge; Ali Larter; Linda Cardellini

Comedia

2001

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/Instagram)

tres décadas latiendo

Es mayo de 1990.

Chile vivía los primeros meses de transición, y todos pensábamos que venían grandes cosas.

Ese es el momento en que nos enteramos que Los Prisioneros estaban por lanzar su nuevo disco, después de un par de años de obligatorio silencio.

Sin dictadura, con todos los medios de comunicación a su disposición, era el momento para que González, Tapia y Narea impactaran con…

¿Dije Narea? Ese fue el primer impacto: por una serie de desaveniencias musicales, y sobre todo personales, Claudio Narea había abandonado el grupo.

En fin, así el ahora dúo presentaba su cuarto disco, Corazones. Un disco marcado por…el uso de sintetizadores, instrumentos electrónicos, tendencia hacia el technopop y letras cargadas al romanticismo, el despecho, encuentros y desencuentros.

Ahí tenemos el impacto dos o tres ¿y las guitarras? ¿Y la critica social y política? ¿En qué minuto Los Prisioneros dejaron de ser The Clash y se convirtieron en New Order?.

Esto demostraba lo desconectada que estaba la prensa oficial de Los Prisioneros, pues en realidad estaban en esa parada desde hace rato: ya en 1986 los teclados, sintetizadores y similares estaban ganando protagonismo en la música del conjunto.

Que el romanticismo haya pasado a ser el tema principal de la lírica de la banda si era una novedad. Si, hubo canciones de esta temática en los discos anteriores (Paramar, Mentalidad Televisiva, Por Favor, Estar Solo, en fin) pero no como tema dominante. Y como el buen fan de Camilo Sesto, Sandro o Raphael que es, Jorge González dejó ver mucha de su influencia en temas como Amiga Mía, Con Suavidad, Es Demasiado Triste y,  por supuesto, uno de los caballitos de batalla del disco, Estrechez de Corazón.

Con el adelanto de ese gran tema llamado Tren Al Sur, el ahora dúo anunciaba su nuevo trabajo que, tal como lo había hecho en 1984, con su álbum debut, con este cuarto disco Los Prisioneros la volvían a hacer: marcar un hito, que le permitió además ocupar su lugar a la cabeza del rock nacional, sitial que le fue vedado, o más bien, desconocido, durante los años más negros de la historia reciente del país.

Y sin ánimo revanchista, sino que simplemente de hacer su arte, y volcar a través de él lo que sus autores, González principalmente, sentían. Prueba de ello fue cuando finalmente pudieron presentarse en el festival de Viña al año siguiente: sin perder su vocación por la ironía y el sarcasmo, cuando la prensa que cubre el evento –que nunca ha sido la más brillante, hay que decirlo- esperaba un show de consignas, proclamas y declaraciones políticas, como pasó con varios grupos otrora opositores a la dictadura, luego del retorno a la “democracia”, Los Prisioneros hicieron sus dos presentaciones, sin declaraciones incendiarias ni llamando a la revolución, dejando a ese sector de la prensa con los crespos hechos, y sin nada que decir, nada más que tirarles pestes.

Y si bien, a los pocos meses de esta presentación, la banda vería su fin y el cierre de su primera etapa, lo cierto es que se apuntaron el ponerse a la vanguardia del rock nacional en la década que arrancaba, tal como lo habían hecho la anterior.

De eso, han pasado ya tres décadas. Y su contenido sigue tan vigente, y vital como antes como entonces.

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/Instagram)

se quedó corta

Hace una década atrás, los niños Fred, Daphne, Wilma y Norville, más conocido como Shaggy, junto a su gran danés, Scooby Doo, han mantenido una férrea amistad, al mismo tiempo que se han dedicado a resolver misterios y casos paranormales, bajo el nombre de Misterio A La Orden.

En la actualidad, la pandilla considera que ha llegado el momento de profesionalizar sus servicios, por lo que ha buscado un socio que los financie. El problema es que estos interesados estiman que ni Shaggy ni Scooby son un real aporte al grupo, por lo que ponen en duda sus aportes.

Dolidos, ambos deciden abandonar el grupo, ignorantes de la amenaza que se cierne sobre ellos dos..

Y…alguna vez tenía que volver a reseñar películas.

A lo largo de cinco décadas, en las que ha tenido sus altas (varias de sus series animadas clásicas, los crossovers con Batman, Supernatural, la WWE o Kiss) y sus bajas (Scrappy Doo, Shaggy y Scooby Detectives, la horrorosa Ponte En Onda, Scooby Doo y los live-action que no fueron capaces de sostener lo que prometían), Scooby Doo junto a Los Picapiedras, es uno de los pilares sobre los que se sostiene el universo creado por Willam, Hannah y Joseph Barbera. Y para celebrar sus 50 años, qué mejor que celebrarlo a lo grande, con un largometraje animado.

Aunque la pandemia obligó a congelar su estreno en salas, el anuncio ya estaba hecho, las expectativas estaban por las nubes, y  fue a través de los sistemas on demand que Scoob! Vio finalmente la luz hace unos pocos días.

Y, luego de verla, creo que fue mejor así. Si hubiera sido estrenada en salas, pagando entradas, comestibles y todo lo que ello implica, la decepción hubiera sido mayor.

No es que sea una mala película. Tampoco es la gran cosa, y tiene sus cosas a favor, pero pensando en las expectativas que había generado, y la idea de Warner Bros/Hannah Barbera de ofrecerla como una especie de inicio de un universo unificado de personajes (HB tuvo una vasta cantidad de personajes que se convirtieron en clásicos dentro del género de las aventuras), lo cierto es que se queda corta.

Scoob! Tiene todo aquello que hizo de su protagonista un clásico de la animación: un misterio que resolver, un villano que capturar, Fred, Daphne y Wilma haciendo el trabajo serio, Shaggy y Scooby de alivio cómico (esas veces en que intentan despistar al villano, disfrazándose y columpiándolo un rato), y en eso está bien. También contiene abundantes referencias al resto del universo Hannah Barbera, sea dentro de la ficción (la devoción de Shaggy por el héroe Blue Falcon, aunque el doblaje respeta el inexplicable nombre en español de Fabulman, ese poster de The Impossibles, la aparición de otros personajes) como fuera de cámara (las menciones a algunos realizadores de la primera serie animada, Iwao Takamoto, Don Messick…me quedé esperando la mención a Alvaro Arce, eso sí), pero…las meras referencias no sirven para sostener un universo, si no tienen una buena base en que afirmarse.

Es precisamente la historia la que falla. No pido que le den a Scooby un tratamiento tipo CSI o La Ley y el Orden (aunque en algunos cómics se lo han dado, y funciona), pero sí algo con un poquito más de sustancia, no una excusa para meter referencias.

Repito, no es una película del todo mala. Tiene cosas que me parecieron rescatables (me gustó la versión 2020 de DynoMutt, como héroe y no como el recurso cómico irritante de su serie original, y que Fred no sea tan winner, o sea más bien un winner pelmazo), pero en líneas generales tropieza con sus propias pretensiones, y con expectativas que crea pero no alcanza a satisfacer.

(Pero bueno, igual no me decepcionó tanto como Los Locos Addams).

**

SCOOB!

Director: Tony Cervone

Animación

2020

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/Instagram)

una reorganización necesaria

smart

Vale. Hace rato que Tim Burton no es de antes. Pero que es uno de los nombres fundamentales en mi formación como cinéfilo, eso no lo voy a negar nunca. No puedo negarlo cuando en mi top 100 de grandes películas de la vida –por mucho que éste cambie cada cierta cantidad de años- tengo en forma inamovible cinco o seis películas suyas.

Ahora bien, preparando la pauta para el último capítulo de CSM-Cine, Series y Música, ese gran podcast que ustedes pueden encontrar en Spotify y, desde hace poco, también en Youtube, me puse a pensar en cuál es mi película favorita de Tim Burton.

Y me entró la duda. Tiempo atrás, decía Ed Wood a ojos cerrados, en el primer lugar de un podio que compartía con El Joven Manos de Tijera y Gran Pez. Y ya no estoy tan seguro. Son películas a las que les tengo el mismo cariño, y que en los momentos de mi vida en que las vi, me pegaron y me han dejado K.O.

Aprovechando la cuarentena, las repasé. Ciertamente, las tres están en mi colección, tanto de dvd como br.

Sin embargo, me puse a pensar en el impacto que causó El Joven Manos de Tijera para una generación completa, que encontró en este humanoide de filosas manos, un espejo de lo que estaban viviendo. Cuando se estrenó en 1991 en Chile –aunque data de 1990- yo cursaba la enseñanza media, tenía quince años y estaba en esa etapa de la vida en que uno está forjándose como la persona que será con el tiempo y se busca su lugar en el mundo.

Edward, este ser buscando ser querido, que en el camino se hace popular –que no es necesariamente lo mismo- pero después es perseguido por lo mismo, terminando por encontrar el lugar donde se siente mejor consigo mismo, y donde puede, al menos breve, ocasionalmente y a la distancia, hacer más felices a otros. Sí, este personaje fue alguien con quien uno podía sentirse identificado, reflejado. Por fantástica que fuera esta historia, en Edward y lo que le pasa, gran parte de la gente de mi generación fue un referente.

No vamos a discutir, tampoco, la trascendencia que Edward tuvo para su director. Tras el éxito de Beetlejuice, y sobre todo el de Batman, que por personal que fuera su visión, seguía siendo una creación de otro, fue con Manos de Tijera que Tim Burton terminó por conquistar la taquilla, a la crítica y a su público.

 

Y si bien lo que siento por Ed Wood no ha cambiado una coma, sigo pensando que es una de las mejores películas que hay sobre el proceso de hacer cine, y aún más sobre luchar por tus sueños, por ridículos que sean, y todavía más sobre la relación maestro/aprendiz. Como tampoco ha cambiado un milímetro lo que siento por Gran Pez, por lejos mi película favorita sobre la relación padre/hijo, tengo que aceptarlo.

Aceptar que tengo que reformar mi top 3 burtoniano. Y nombrar a un nuevo número 1.

Felicitaciones, Edward. Bienvenido al trono.

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/instagram)

cinco años de furia caminera

Se cumplieron ayer cinco años desde que se estrenó en salas nacionales (estrenar…qué lejana se siente esa palabra hoy) la grandiosa Mad Max Fury Road. Y sigue siendo una de las grandes películas del siglo XXI. No en vano, tiempo atrás la escogí como la película de la década del 2010. Porque nunca nos cansamos de hablar de las cosas buenas de la vida, cinco razones para celebrar que esta película cumpla años.

1.-Por su historia. Una comunidad bajo el yugo de un despótico, pero peligrosamente carismático líder político y religioso, Inmortan Joe (Hugh Keays-Byrne), que lidera con puño de hierro, y con su séquito de seguidores, los WarBoys, a una pequeña comunidad. Por el otro lado, Imperatore Furiosa (Charlize Theron), la valiente que intentará desde adentro destruir este imperio del terror. Y Max (Tom Hardy), un individuo común que, simplemente, un día se encontró en medio de este conflicto.

2.-Por el cariño que su director, George Miller, puso en la historia. No sólo por los años de menosprecio que tuvo que sufrir Miller por parte de los grandes estudios, que le llevaron a postergar esta realización casi una eternidad. No sólo por la historia misma, sino en la forma de filmarla: a la antigua, en escenarios naturales, con efectos físicos, sin recurrir a más pantallas verdes que las estrictamente necesarias. Y es que la historia no se habría podido contar de otra manera para que saliera bien.

Es un trabajo tan bien hecho, que uno lo cree todo. Y lo percibe todo: el olor a tierra, a ceniza, a óxido, a metal, a la arena clavándose en la piel, a cromo. Todo lo que hace que las sensaciones que causa esta película lleguen al extremo.

3.-Por Imperatore Furiosa. La heroína que se atreverá a desafiar a un imperio, desde el seno mismo de este imperio. En tiempos de empoderamiento femenino, el personaje que interpretó Charlize Theron se alza como un emblema no sólo oportuno, sino también poderoso. Y eso que Furiosa es sólo el personaje que está en la primera línea, pues si algo caracteriza a Mad Max Fury Road es ser un filme pródigo en personajes femeninos poderosos.

¿Yo no más ardo en deseos de ver el ya confirmado spin-off de Furiosa, con Arya Taylor-Joy en el rol principal?

4-Por los tremendos personajes secundarios y conceptos que introduce. Por las “Parideras”, esas jóvenes condenadas a servir a Inmortan Joe por el simple hecho de existir, y que serán las principales aliadas de Furiosa. Por Nux (un gigantesco Nicholas Hoult), el WarBoy que abre los ojos y descubre lo que su líder es en realidad. Por el guitarrista (por lejos una de las grandes secuencias de la película). Por las impresionantes escenas de acción y de persecución, que adquieren un enorme valor agregado cuando recordamos que se hicieron sin CGI. Por la cantidad de secuencias y escenas donde lo que entendemos que esto, más que una película, es un conjunto de obras de arte unidas en torno al objetivo común de construir una obra superior, pero mucho, a la suma de sus partes.

5.-Porque no me canso de verla. Porque cada año que pasa, por cada una de las dos o tres repasadas que le doy en el año, la encuentro mejor que la anterior. Porque podría sabérmela de memoria, y aún así, cada vez que la veo, la disfruto como si no la hubiese visto nunca, o le voy descubriendo detalles que no aprecié la vez anterior.

Que hermoso día.

fretamalt@hotmail.com   @panchocinepata (Twitter/Instagram)

Batman y el virus

(si, otra columna sobre Batman…¿y? Agradezcan que puedo publicar algo)

No hay duda que, por sus características personales, Batman y su entorno dentro de la ficción es uno de los que mejor se acomoda a una contingencia real. Ello lo hemos podido apreciar en historias como Seduction Of A Gun (1991, sobre el problema del tráfico de armas y el fácil acceso a éstas por adolescentes) o el combo Cataclismo/Consecuencias/Tierra de Nadie (1998-2000, que cubrió lo que pasó cuando un terremoto destruyó Gotham City y su difícil reconstrucción).

Y con esto del Covid-19, se me vino a la mente una historia, publicada en marzo y abril de 1996, a través de los diferentes títulos publicados relacionados con Batman, llamada Contagio, siendo la primera gran macrosaga protagonizada por Batman tras el arco Knightfall/Knightquest/KnightsEnd, que también tomó las páginas del personaje por casi dos años, hasta 1994.

La historia arranca cuando Jean Paul Valley, Azrael, quien tiempo atrás sustituyó a Bruce Wayne como Batman, informa que su antigua orden de caballeros, la Orden de San Dumas, ha liberado al portador de una versión alterada genéticamente del virus Ebola, en Gotham City, con la clara intención de erradicar a esta ciudad del mapa, al entenderla un foco de delincuencia, corrupción y maldad. Sin embargo, el aviso llega demasiado tarde y el portador de la enfermedad, Peter Maris, consciente de ello, llega a la ciudad y se instala en el exclusivo condominio Babylon Towers, donde convence a su administrador de declararlo en cuarentena, mintiéndole al decir que el virus está en la ciudad y no en el condominio.

El administrador cede y manda a sus casas al personal de servicio, que ya ha estado en contacto con Maris, liberando así la cadena de contagio.

Sin apoyo oficial (James Gordon fue destituido de su cargo de comisario, luego de una serie de desaveniencias con el cuestionable alcalde Armand Kroll), Batman inicia sus investigaciones sobre el virus, descubriendo que hubo un brote similar algún tiempo atrás, por lo que envía a Robin a Alaska, lugar del incidente, en busca de los pocos sobrevivientes que quedan, y así dar con la vacuna. El problema es que Maris ha muerto, la gente de Babylon Towers ofrece recompensas para quien encuentre a dichos sobrevivientes, por lo que Robin pronto deberá unir fuerzas, obligadamente, con Catwoman y Azrael, para dar con estas personas antes que los cazarrecompensas que aparezcan en el camino.

En Gotham, la existencia del virus se hace pública, y el incompetente nuevo comisario, Andy Howe (un tonto útil a la medida de Kroll) no da abasto con la indignación popular. Batman se ve obligado a dejar de lado el desarrollo de una cura para el virus, y lanzarse, junto a Nightwing y a James Gordon, saliendo de su retiro forzado, para tratar de controlar la situación.

Todo ello antes que la enfermedad arrase con la población de Gotham City, y afecte al círculo más cercano del vigilante.

Dentro de las virtudes de esta historia tenemos lo bien que se incluyó en un contexto fantástico, una amenaza real, y cómo debe enfrentarla un personaje con recursos limitados como Batman.

¿Recursos limitados? Si, es millonario, es una de las mentes más brillantes de su universo, un genio de la ciencia y tecnología…pero un hombre al fin. Y esta es una de las historias que lo pone en la situación de hacer a un lado su obsesión por la soledad, y trabajar en equipo. Porque, aunque suene a publicidad, el mejor recurso con que cuenta Batman es su equipo.

Muchos de los intervinientes en esta historia (Robin, Nightwing, Catwoman, Huntress, Azrael, Barbara y James Gordon, Alfred) se volverían personajes frecuentes en las páginas de Batman y sería la primera de muchas sagas en que el encapuchado tiene que asumir que no está solo en este mundo.

La serie está disponible en español (ha sido publicada por la mexicana Vid -¿en verdad cerró esta empresa, o sólo su rama dedicada al cómic?- y por las españolas Norma y ECC), por lo que no es complicado encargarla a su comiquería favorita. Y es muy probable que esté para descarga, aunque ahí, la verdad, no sé dónde y cómo encontrarla.

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/Instagram)

FLORIAN SCHNEIDER 1947-2020

Las máquinas cantaron e hicieron música. Y no fueron ni Bill Gates ni Steve Jobs, con todo respeto, los que lo lograron, sino un puñado de músicos, los que lo lograron, entre los cuales se contaba a los alemanes Kraftwerk, banda de la cual uno de sus fundadores, Florian Schneider, falleció en horas de este miércoles víctima de un cáncer, según un portavoz de la familia.

Con una carrera iniciada en 1970, Kraftwerk fue una de las bandas insignia del llamado KrautRock, junto a sus compatriotas Tangerine Dream y Can, caracterizándose por una búsqueda de nuevos medios a través de los cuales crear música, convirtiéndose en pioneros de la música electrónica, basada en el uso de teclados electrónicos, sintetizadores y mesas de sonido que pasaron de accesorios de uso habitual en el estudio, a otro instrumento musical más dentro de él.

Influyentes en el sonido que vendría después –su legado se puede apreciar en bandas que van desde Depeche Mode, New Order o Pet Shop Boys hasta Nine Inch Nails, Rammstein o Moby, pasando por contemporáneos suyos como David Bowie, que se nota que los escuchó bastante en su estadía en Alemania- , pruebas de la grandeza de Kraftwerk se pueden apreciar en discos como Autobahn (1972), Transeurope Express (1977) The Man Machine (1978) o Computer World (1981).

QEPD

fretamalt@hotmail.com  @panchocinepata (Twitter/Instagram)